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Los diputados de Grecia no han logrado, como estaba previsto, elegir este miércoles en primera vuelta a un nuevo jefe del Estado, en una votación presidencial seguida de cerca por la UE, porque un fracaso podría desembocar en elecciones anticipadas y en la llegada al poder del partido antiausteridad de izquierdas Syriza.
En total, 295 de los 300 parlamentarios participaron en la votación de la candidatura del excomisario europeo Stavros Dimas a la presidencia griega, quien obtuvo únicamente 160 votos favorables. Para su nombramiento, se necesitaban al menos 200.
El Gobierno de coalición entre conservadores y socialistas, que cuenta con una mayoría de 155 diputados, presentó como candidato a Dimas, un importante apoyo del partido conservador del primer ministro griego, Antonis Samaras.
Tras el resultado, Samaras ha dicho confiar en la elección de jefe del Estado en las dos próximas vueltas. "Las condiciones son difíciles, los diputados entienden que no hay que entrar en nuevas aventuras", ha añadido.
La Unión Europea sigue de cerca estos comicios, máxime cuando el partido de izquierda radical Syriza figura como favorito en unas eventuales elecciones legislativas, según los sondeos. El partido está contra la política de austeridad impuesta al país por la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) desde el inicio de la crisis de la deuda, en 2010, a cambio de un préstamo de 240.000 millones de euros.
En la segunda vuelta, prevista para el 23 de diciembre, hará falta de nuevo un apoyo de 200 diputados. En la tercera, el 29 de diciembre, dicho umbral se reducirá a 180. Si de esta votación tampoco sale elegido un presidente, tendrán que convocarse legislativas anticipadas antes de febrero.
Los analistas de Berenberg resumen así el dilema: "Si Grecia supera la incertidumbre política actual y mantiene el camino de las reformas, su recuperación podría conocer un nuevo impulso. Pero si Grecia invierte el curso de las reformas, esto podría conducir a un precipicio económico".
Stavros Dimas se ha mostrado esperanzado en que los diputados colocarán "el interés nacional por delante del interés partidista", en una declaración al portal web de la revista griega Crash.
El fracaso en la elección este miércoles, aunque "esperado", "reforzará la preocupación de los mercados sobre una posible llegada al poder de Syriza", ha estimado Capital Economics tras la votación. La Bolsa de Atenas ya perdió más de un 20% la semana pasada después del anuncio de unas presidenciales anticipadas dos meses.
- "El pueblo dará la solución" -
Thibaut Mercier, analista de BNP Paribas, se muestra tranquilizador: "La situación presupuestaria de Grecia no tiene nada que ver con la de hace dos años", en el peor momento de la crisis.
El país heleno espera en 2015 un crecimiento de un 2, 9%, un déficit público de un 0, 2% del PIB (frente a un 15% hace cinco años) y un 3% de excedente primario (es decir, excluyendo el servicio de la deuda). Y, sobre todo, añade Mercier, "el canal de contagio al resto de la zona euro se ha reducido de momento enormemente".
En un tono muy alejado de las amenazas de su predecesor Olli Rehn, el comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, insistió el martes en que "el lugar de Grecia está en Europa". "Ese lugar ya no está en duda, como lo estuvo en el pasado", añadió el comisario durante una visita a Atenas.
Estos mensajes tranquilizadores contrastan con los de Samaras, su ministro de Finanzas y el gobernador del Banco de Grecia, quienes expresaron mensajes alarmistas en caso de no lograr escoger un presidente.
"La estrategia del miedo fracasó, ya que no se puede chantajear a la democracia. El pueblo será dentro de poco el protagonista de las evoluciones y el que dará la solución", ha asegurado, por su parte, el líder de Syriza, Alexis Tsipras.