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Miles de sirios estaban bloqueados este domingo en la frontera turca tras haber huido de los combates entre yihadistas y fuerzas kurdas, que han reforzado su control alrededor de la ciudad estratégica de Tall Abyad, en manos del grupo Estado Islámico (EI).
En menos de cuatro días, las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), apoyadas por los rebeldes sirios y por los ataques aéreos de la coalición internacional antiyihadista, consiguieron acercarse a la ciudad estratégica de Tall Abyad, que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) utiliza para el paso de sus combatientes.
El domingo por la tarde, los combatientes kurdos habían conseguido llegar a la entrada de la localidad, informó a la AFP un comandante kurdo.
Miles de habitantes de Tall Abyad, árabes y kurdos, huyeron de los combates con la esperanza de refugiarse en Turquía.
Sin embargo, el domingo por la mañana seguían esperando ante las alambradas, pues el ejército turco no dejaba entrar a nadie, recurriendo al uso de cañones de agua para mantenerlos alejados, constató un fotógrafo de la AFP.
El vice primer ministro turco Numan Kurtulmus había anunciado el miércoles que, ante un nuevo aflujo de refugiados, su país iba a cerrar localmente su frontera, "salvo en caso de tragedia humanitaria".
- Refugiados al raso -
Según el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, 15.000 refugiados entraron en Turquía la pasada semana antes de que se cerraran las fronteras.
Erdogan acusó a los combatientes kurdos de atacar a las poblaciones árabes y turcomanas, y expresó su preocupación por el avance de las fuerzas kurdas, considerando que podrían constituir una amenaza para Turquía en el futuro.
Ankara considera al Partido de la Unión Democráctica (PYD), ala política de los YPG, como la rama siria del PKK, los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, catalogados como "terroristas" por Turquía.
Los refugiados de Tall Abyad pasaron la noche al raso, atrapados entre los combates y las alambradas.
Más al noroeste, también en la frontera con Turquía, se instalaron al menos 35 tiendas para las familias desplazadas cerca de la ciudad de Kobane, liberada del EI en enero, según Mustafá Ebdi, militante kurdo.
Una parte de la población permaneció en Tall Abyad, donde el sábado sólo quedaban 150 yihadistas, que amenazaron con retirarse si no recibían refuerzos desde Raqa, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Raqa, situada al sur de Tall Abyad, es el principal feudo del EI en Siria.
"Pero los jefes de Raqa no les enviarán (refuerzos), porque los bombardeos de la coalición han diezmado" las tropas del EI, aseveró el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Desde su aparición en 2013, el EI se ha impuesto como un actor ineludible del conflicto en Siria, país del que controla más de la mitad del territorio, según el OSDH.
Una coalición dirigida por Estados Unidos lleva a cabo desde hace diez meses bombardeos contra las posiciones del EI. Desde entonces, los kurdos han podido recuperar Kobane y otras localidades pero sin llegar a sofocar verdaderamente la amenaza yihadista.
Según Mustafá Ebdi, las fuerzas kurdas tratan de cortar una ruta vital para el EI que enlaza Tall Abyad con Raqa, tras haber expulsado a los yihadistas de Suluk, una localidad cercana.