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Una fotógrafa colaboradora de la Agencia France-Presse en Melilla ha sido detenida este miércoles por la Guardia Civil acusada de transportar inmigrantes en su automóvil, lo cual ella niega tajantemente, según su abogado.
Ángela Ríos Vicente, española de 30 años y cuyas fotografías de inmigrantes intentando saltar la valla fronteriza de Melilla se han publicado en varias portadas de los medios, fue arrestada hacia las 5 de la madrugada.
"Está detenida y será puesta a disposición judicial por favorecimiento de la inmigración", declaró a la AFP Juan Antonio Martín Rivera, un subteniente de la Guardia Civil encargado de relaciones con la prensa, asegurando que Ángela Ríos no fue detenida por ejercer su labor informativa.
"No estaba haciendo fotografías. Tras un intento de salto de madrugada, llevaba a cuatro (inmigrantes) subsaharianos en un coche hacia el CETI", afirmó el subteniente, en alusión al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde son recluidos los inmigrantes que llegan ilegalmente a territorio español.
Ángela Ríos se había trasladado a ese lugar para cubrir un intento de entrada a suelo español de unos 70 inmigrantes clandestinos. Finalmente, cinco de ellos pudieron saltar la valla, según la Delegación del Gobierno en Melilla.
En un comunicado enviado sobre las 11h30, la delegación asegura que los inmigrantes, vistos a bordo del coche, consiguieron escapar y los agentes "sólo consiguieron interceptar a la mujer que conducía el automóvil".
Según su abogado, Antonio Zapata, que pudo hablar con ella, la fotoperiodista dijo haberse cruzado mientras conducía con "un grupito de inmigrantes que gritaba 'África, África'" y entendió que buscaban el CETI.
Entonces, ella les señaló con la mano la dirección del centro y se bajó del coche para tomar algunas fotografías de los inmigrantes corriendo.
Fue después, a su llegada al centro, cuando fue identificada y se le pidió que siguiera a los guardias civiles hasta la comandancia del instituto armado, donde fue detenida, prosiguió el abogado.
El director de la Agencia France-Presse en España, Patrick Rahir, se ha dirigido a los servicios de la presidencia del Gobierno en Madrid para pedir explicaciones sobre estas acusaciones contra la fotoperiodista.
"Esperamos que sea sólo un malentendido y que nuestra colaboradora pueda recuperar la libertad lo antes posible", dijo.