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Además de Volkswagen, otro de los fabricantes que más tiene la mosca detrás de la oreja es Fiat Chrysler Automobiles (FCA para los amigos). La EPA desveló que sus centralitas de motores Clean Diesel podían vulnerar la normativa, o dicho con otras palabras, que se olían trampas tipo VW. Después de meses de "estrecha colaboración", FCA ha dado con una nueva programación que espera ser aprobada por la EPA y el CARB de California.
Esta programación se ofrece para los modelos 2017 de Jeep Grand Cherokee y RAM 1500, los únicos vehículos del grupo que se ofrecen con motor diésel por aquellos lares. Si la programación es aceptada, se trasladará a los model year 2014-2016 de los mismos modelos, con el ánimo de que las autoridades queden satisfechas y el "paquete" sea más llevadero.
Los dueños de los modelos en cuestión tendrían que pasar por un servicio técnico autorizado para actualizar sus centralitas. Según el fabricante se aliviarán las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) sin "ningún impacto en el rendimiento o la eficiencia del combustible". De la fiabilidad no dicen nada.
En los motores diésel de última generación no se pueden tener todas las variables optimizadas: consumo de gasóleo, emisiones tóxicas reducidas, prestaciones y alta fiabilidad. Hay que renunciar a algo, porque en determinadas condiciones los motores contaminan más para proteger su mecánica, como puede ser evitar condensación en el escape y que este se oxide. Los motores diésel son "ideales" para esfuerzos largos y continuados, como mucha autopista, pero en recorridos urbanos y/o cortos los motores sufren.