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La esposa del contratista estadounidense Alan Gross, condenado por espionaje en Cuba, expresó este miércoles su preocupación porque su marido cometa "algo drástico" contra su integridad, tras visitarlo en prisión.
"Estoy extremadamente preocupada de que Alan vaya a cometer algo drástico ahora que su madre murió", dijo Judy Gross, según un comunicado enviado a la AFP en Washington.
Gross "está más desanimado cada día", señaló por su lado su abogado, Scott Gilbert. Los gobiernos de Estados Unidos y Cuba "deben saber que Alan planea acabar con su vida en un intento de acabar con esta agonía", afirmó en la nota.
La madre de Gross, Evelyn, falleció la semana pasada en Estados Unidos sin que su hijo pudiera recibir un permiso humanitario para visitarla o participar de los funerales.
Fue un "golpe devastador para Alan", dijo Judy Gross entonces.
La esposa de Gross imploró nuevamente al presidente estadounidense, Barack Obama, a hacer lo que sea por la liberación de su marido, destacando un reciente intercambio de prisioneros entre Washington y los rebeldes talibanes de Afganistán.
"Si podemos intercambiar cinco miembros del Talibán para traer a casa a un soldado estadounidense, seguramente podemos hallar un camino para traer a casa a un ciudadano estadounidense de una prisión cubana", señaló Judy Gross.
Obama debería "hacer todo lo que esté en su poder para acabar esta pesadilla", añadió.
Los abogados denuncian que la salud de Gross, de 65 años, ha empeorado desde que está en prisión, donde cumple una sentencia de 15 por contrabandear equipos de espionaje a Cuba.
El estadounidense está encerrado en una pequeña celda 23 horas al día, ha perdido más de 45 kilos, al tiempo que su visión en el ojo derecho y sus caderas se han deteriorado, señalaron en el comunicado.
En abril mantuvo una huelga de hambre por nueve días, que suspendió a pedido de su madre.
El gobierno de Obama pide la liberación inmediata y sin condiciones de Gross, que afirma no cometió delito alguno.
En contrapartida, el gobierno cubano ha propuesto en reiteradas oportunidades establecer un diálogo bilateral de alto nivel para tratar sin precondiciones una salida a la situación de Gross, relacionándola con la de los tres agentes cubanos, de un grupo original de cinco, que cumplen pena en cárceles de Estados Unidos.
Sin embargo, Washington descartó por el momento cualquier posibilidad de realizar un canje de Gross por los tres agentes cubanos.