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A 80 kilómetros por hora, poco a poco y con cuidado, un grupo de catalanes viajó hasta Escocia en una reliquia automovilística, un Seat 600, pintado con la bandera independentista catalana.
El coche irrumpió este miércoles en la plaza George de Glasgow entre vítores de los independentistas escoceses que ahí se concentraban a un día del referéndum sobre la permanencia en el Reino Unido.
"Venimos a apoyar a los escoceses y a enseñar al mundo que los catalanes queremos votar, que vivimos en una dictadura y queremos votar como en Escocia", explicó a la AFP Pep Pladeveya, de Gerona, el propietario del auto.
Pladeveya viajó con otro auto y una moto desde Gerona. Sus compañeros de aventura, bomberos como él, harán esta noche una bandera escocesa y otra independentista catalana con velas en la plaza George.
El convoy salió de Gerona el domingo y llegó a Glasgow este miércoles, tres días de viaje para recorrer unos 2.000 kilómetros.