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Henrique Capriles Radonski ha decidido que ya llegó la hora de dejar de ser Gobernador del Estado Miranda, posición que luego del desmembramiento de la Alcaldía Mayor pasó a ser el más influyente cargo de elección popular luego de la Presidencia de la República
Henrique Capriles Radonski ha decidido que ya llegó la hora de dejar de ser Gobernador del Estado Miranda, posición que luego del desmembramiento de la Alcaldía Mayor pasó a ser el más influyente cargo de elección popular luego de la Presidencia de la República. Es posible que el joven Capriles haya llegado a la conclusión de que su gestión como Gobernador ha sido tan exitosa y ha superado todas la expectativas y las metas que se propuso, que no tendría sentido que tanta capacidad y eficiencia sea aprovechada sólo por los mirandinos, que sería egoísta negárselas al resto de los venezolanos. Esa es una posibilidad, habrá quien piense que la Gobernación es una pesada carga para él y usa la aspiración presidencial como excusa para sacudirse tamaña responsabilidad. Cualquiera que sea la justificación, lo cierto es que esa decisión obliga innegablemente a que se inicie un proceso para escoger al nuevo gobernador del Estado Miranda.
La escogencia no dejará de tener atractivo. Capriles logró ser electo gracias a la inhabilitación de su tocayo Enrique Mendoza, quien habría ganado galopando esa elección. Fue un gran favor que le hizo el gobierno a primero justicia. Miranda tiene un importante electorado y un abultado presupuesto. Muchos municipios siguen controlados por el chavismo. Es de esperar que la gestión de Capriles haya impactado allí.
Quienes aspiren a sustituirlo deben fajarse a trabajar, máxime cuando se espera que el contendor sea el actual vicepresidente ejecutivo de la República Elías Jaua, quien no se caracteriza ni por sus modales ni por su civilidad, lo que quiere decir que la pelea será dura. El descontento popular existe, al igual que el hastío con un gobierno autoritario y abusador. Hay deseo de cambio en todo el país, pero igual existe la multitud de gente que anda pelando y el montón de plata que Chávez y su gente manejarán con desparpajo e impudicia, a la par de todos los trucos sucios y la demagogia que usa sin freno. No va a ser nada fácil el panorama que le espera al sucesor de Capriles.
Jorge Ramírez Fernández
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