Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela, de 47 años de edad, una estatura de 1, 90 cm largos y calculo que 150/160 Kgr. de peso en canal está consiguiendo por fin adelgazar... a los venezolanos!!!

A su manifiesta obesidad desde que asumió el cargo se suma ahora su obsesión por el control de todo lo que ocurre en su país, un paso más hacia la norcoreanización o cubanización de Venezuela.

El mismo Maduro que manifiesta que una familia de ocho miembros en Venezuela bien puede vivir con un pollo al mes, solo puede alcanzar el peso que tiene y mantenerlo haciendo un mínimo de tres opíparas comidas al día con abundantes hidratos de carbono y poco o nada de ejercicio. Un sedentarismo propiciado por el hecho de tener una abultada agenda que atiende sentado: sentado en el coche, avión o helicóptero que lo desplaza, sentado en las reuniones y despachos, sentado comiendo y, sobre todo, sentado emitiendo sus eternas e interminables alocuciones televisivas a lo Fidel Castro.

Mientras, el pueblo llano, sus súbditos, se enfrentan cada día a la adelgazante necesidad de recorrer largas distancias y aguantar de pie interminables colas para localizar y comprar los productos más básicos de alimentación, aseo y limpieza.

Y todo esto ocurre en Venezuela, en el Siglo XXI. Uno de los países ricos de la tierra donde los haya. Rico y poderoso en extensión, litoral y aguas atlánticas; en recursos naturales, en agua potable y biodiversidad; en agua potable, en recursos agrícolas y recursos naturales; en materias primas y petroleo. Un país que bien puede tildarse como el paradigma de estado en la tierra que lo tiene todo y bien podría ser autosuficiente para si y para su adoptada y mantenida Cuba.

Venezuela la que todo lo tiene pero de todo le falta

Sin embargo, infelizmente, Venezuela se precipita hace años hacia el abismo. Hoy es ejemplo recurrente a nivel internacional de retroceso social, de amputación y recorte de derechos y libertades, de inseguridad ciudadana, de desabastecimientos de productos básicos -incluido el combustible que produce por millones de barriles- de cubanización de las instituciones, de populismo personalista, de inseguridad jurídica, de conculcación de los derechos humanos y, quizá el más grave, de país sin libertades, sin medios de prensa libres e independientes y con una red o internet cada vez más controladas.

Sin embargo y como su inspiración y modelo es Fidel Castro y Cuba, ahora el obeso Maduro, obsesionado por el control de todo lo que ocurre, ha decidido ir más allá y implantar el “capta huellas” en todas las tiendas del país. Él dizque para evitar el contrabando y el acaparamiento de productos. Yo digo que para manejar una minería de datos de la población que incremente su control y dominio sobre los mismos.

Si hay algo que revela como somos, como vivimos y pensamos es, sin ninguna duda, lo que compramos, donde lo hacemos y la frecuencia con que lo hacemos. Tan revelador, que los desechos de todo ello, la basura, hace tiempo que los famosos la trituran y procesan para evitar el espionaje de los detalles de su intimidad.

Con la información que proporcionaría un sistema de registro digital de todo lo que compramos, estaríamos revelando detalles de nuestra capacidad económica, de nuestras inclinaciones y perversiones, de nuestros gustos y aficiones, de nuestras preferencias incluso sexuales, de nuestros hábitos de todo tipo y hasta de nuestra forma de ser, prensa y revistas que leemos y por ende opciones políticas.

El obseso Maduro debe tratar su obsesión, renunciar a implantar tan peligroso chisme, presentar su dimisión y convocar elecciones libres antes de que sea demasiado tarde. Mientras tanto, si debe implantar el “capta huellas” en la despensa y frigorífico de su palacio para perder unas decenas de sus muchos kilos de más.

Si coloca un capta huellas en la despensa o frigorífico de su palacio adelgazaría

AscoHastaLaNáusea