¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Glensy Linares escriba una noticia?
El Ávila constituye una alternativa de distracción para los habitantes de la gran Caracas. Conocer paso paso y día a día en los momentos libres su maravilla, es un acontecimiento que no se puede dejar pasar
Entre la vía de San Bernardino y Cotiza, se encuentra la parada para subir al Parque Nacional El Ávila camino a Galipán. Con disposición de Jeep que suben al haber doce pasajeros por unidad y a un costo de ocho bolívares fuertes por persona, grandes y chicos pueden aventurarse a pasar un día en contacto con la naturaleza.
Al iniciar el ascenso al impetuoso cerro, comienza el contacto humano por el desliz de las personas a causa de la inclinada ruta. Queda atrás la ciudad capital y puede sentirse una brisa fresca que calma el calor por reflejo de un día radiante.
Sólo unos segundos son suficientes para involucrarse en el clima y vegetación que posee
Al llegar al destino previsto y dependiendo de la hora, los visitantes pueden escoger si desayunar o almorzar. El desayuno puede ser degustado por sándwich de pernil o cachapa en los famosos quioscos. Igualmente existen agradables Restaurantes, que ofrecen en su carta el famoso sancocho de gallina o carne de res, como menús que permiten escoger al comensal el plato de su preferencia. A un costo de veinte y veinticinco mil bolívares, puede disfrutar de paseos en caballos, lo cual es la mayor atracción de los pequeños, aunque los mayores no escapan a ser persuadido por este atractivo.
El pueblo de Galipán no sólo posee belleza natural. Sus habitantes se han convertido en grandes productores de frutas frescas, entre ellas fresas y una Gama de Producción 100% Artesanal de alimentos novedosos en la elaboración de dulces exóticos como limón en almíbar y mermelada de pétalos de rosas, al igual que el famoso vino de mora.
A solo media hora de la ciudad los habitantes de la capital pueden incluir en su agenda la opción de visitar el Parque Nacional El Ávila.