Nuevamente los sectores más retrógrados de la sociedad venezolana, alentados desde los laboratorios de operaciones sucias en Miami movilizan los recursos de guerra de cuarta generación propagandística para adulterar la realidad y presentar las medidas tomadas por el Presidente Hugo Chávez al enfrentar con decisión los manejos inescrupulosos de un grupo de banqueros (algunos abrogándose ser afectos al proceso) como tardías y descalificándolas. Esta actuación del presidente es sin duda la muestra más autentica de la voluntad política del Gobierno Bolivariano de sostener una lucha frontal contra la corrupción y asegurar un sistema financiero sano, caiga quien caiga.

La prensa amarillista y los medios sensacionalistas en Venezuela son capaces de sacrificar la verdad en una información en aras de seguir una estrategia que conlleve a crear las condiciones para crear un caos de miedo e incertidumbre general en la población, y así crear artificialmente las condiciones para derrocar al Comandante Presidente. De esa forma mentira que será inoculada sin aviso a la población, para preparar un escenario.

La arremetida de la derecha y sus medios de comunicación inmorales no puede ni debe ser subestimada, puede causar mucho daño a uno de los pilares de la economía nacional como lo es el sistema financiero, la capacidad de asombro se queda corta cada vez que se observa a estos apátridas conspirar contra todo un pueblo, no les importa la quiebra del país ni de sus instituciones con tal de lograr los objetivos que les son dictados desde Washington.

Lo más trágico de todo este nuevo episodio de la batalla entre la contrarrevolución y el pueblo bolivariano, son sus voceros personajes harto conocidos en la mayoría de los casos sin moral alguna para hablar de corrupción los mismos grandilocuentes que estuvieron en la jugada en la cuarta república a los cuales si se observa en su pasado se encuentran todo tipo de suciedad: saltos de talanquera, guisos, traiciones y muchas argucias mas.

En ese sentido la respuesta de los revolucionarios debe ser contundente al desenmascarar los propósitos de la clase capitalista y su campaña de mentiras, rumores y descalificaciones, estar atentos a las quintas columnas que se visiten de rojito para perjudicar la buena marcha del gobierno, mejorar la eficiencia revolucionaria en la administración pública, porque ante la desinformación, todo debe conocer hay que hacer aflorar la verdad y también la mentira.