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Enrique Neira F. comenta el libro de José Félix Restrepo Vélez sobre el pensamiento de Simón Bolívar del cual nosotros extractamos algunos aspectos que consideramos importantes
Al decir de
Enrique Neira Fernández en su trabajo bajo el titulo de “ LA DEMOCRACIA LIBERAL REPUBLICANA DE BOLÍVAR” al comentar el libro titulado Bolívar y la Democracia Liberal Republicana, del abogado José Félix Restrepo Vélez, publicado por el Fondo Editorial de la Universidad de Manizales (Colombia) para celebrar sus 20 años. No es un estudio cualquiera. Amerita una cuidadosa lectura y un ponderado comentario. No es el resultado de un aficionado, sino la consagración madura de un verdadero maestro en la arena de lo social, lo jurídico, lo político y lo ideológico.Del mencionado trabajo extractamos lo que a nuestro juicio debemos destacar:
A Simón Bolívar se lo puede catalogar, con justeza, como liberal, progresista y moderado, puesto que se mueve dentro de una ideología liberal-progresista y a la vez conservadora-moderada. Cuando lo ubicamos como liberal-progresista, nos estamos refiriendo sobre todo a sus principios sociales. Y cuando lo definimos como moderado o conservador, estamos tomando como referente los sistemas políticos (p. 328). Bien lo expresó el mismo Bolívar en carta a 0'Higgins (29 agosto 1822) cuando le dice: "Chile hará muy bien si constituye un gobierno fuerte por su estructura y liberal por sus principios".
Dichas tres palabras; Democracia, Liberal, Republicana; expresan un contenido con significación precisa. Las tres expresan un tipo de régimen político, que es también una forma de vida. Caracteriza un complejo orgánico sociopolítico y vivencial, que trata de realizar tres grandes anhelos, valores o ideales, bien formulados por Bolívar como son: "Libertad-Igualdad-Justicia" (Discurso en Santafé de Bogotá, 13 enero 1815).
Para Bolívar la auténtica democracia implica que la autoridad es derivada del Pueblo, de la suprema voluntad popular. Lo afirma con frecuencia y fue siempre su hilo conductor. "La voluntad general del Pueblo será para mí siempre la suprema Ley " (Ante la Municipalidad de Caracas, 2 enero 1814). "Necesitamos ser libres bajo los auspicios de leyes liberales emanadas dé la fuente más sagrada que es la voluntad del Pueblo " (En el Congreso de Angostura, 1º octubre 1818). Pero esa democracia política tiene que ser también, para Bolívar, una democracia social. Debe tener un contenido de equidad y justicia social, que propenda por el mejoramiento de las mayorías, tanto en el plano material, como en el de la autorrealización personal. El elemento de progresismo social es inherente a su concepción de democracia, ya que esta atañe no sólo al plano político, sino también al socioeconómico, pues es una aproximación a la equidad como aspiración de la justicia.
Bolívar es liberal pues se identifica con la corriente de pensamiento opuesta al absolutismo monárquico, al tradicionalismo, al sistema totalitario. Busca establecer un régimen político respetuoso de un marco Constitucional y Legal, que adopta la división de las Ramas del Poder, que garantiza los derechos fundamentales y la igualdad legal de los ciudadanos, que se fundamenta legítimamente en la soberanía popular expresada a través de una cierta representación electoral. Pero Bolívar busca un equilibrio entre el liberalismo individualista -tan en boga en su época- y el interés colectivo, el progresismo social.
El liberalismo de Bolívar no es el liberalismo idealista y romántico de muchos de sus contemporáneos, sino el atemperado por un realismo político y el contextuado histórico y sociológicamente en nuestras endebles e incipientes repúblicas. Es un liberalismo republicano. Por ello, propone reformas sociales (eliminación de los títulos nobiliarios y sus privilegios, abolición de la esclavitud negra y de la servidumbre indígena); reivindicaciones económicas (como la reforma agraria con la entrega de tierras a los indígenas y a los integrantes del ejército libertador); regeneración cultural y moral (estimulando la educación popular e impulsando la vigilancia de la moralidad pública y ciudadana); y las transformaciones políticas, con un adecuado mecanismo electoral y sistema de representación. Todo ello lo lleva a formular su permanente reclamo por "unidad-solidez-energía" (Cartagena 1812), como criterio para gobernar nuestros nacientes sistemas políticos.
Un gobierno republicano lo entiende Bolívar como un gobierno constitucional, legítimo, justo y liberal (Jamaica 1815), pero no "perfectamente representativo" (como era el de EUA), ni "república aérea", apta para europeos pero carente de realismo político e inadecuada para nuestra situación. Debería ser un "gobierno paternal", de tendencia humanitaria y de contenido social. Hoy diríamos, un Estado social de derecho con un Ejecutivo fuerte y efectiva justicia social. Esta ideología política le acarreó a Bolívar muchas incomprensiones y enemistades, que provenían aun de independentistas que también se llamaban republicanos.