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Las adicciones son uno de los graves problemas de nuestra sociedad. No es sencillo dejar atrás este mundo, pero, con la ayuda adecuada y apoyo, se puede lograr. Terapias individuales y de grupo
A un alcohólico no se le puede decir «deja el alcohol» y esperar que lo deje y, lo mismo vale, para un cocainómano, un heroinómano y, sencillamente, un adicto al tabaco. ¿De verdad creen que, si fuera tan fácil, no lo dejarían a la mínima señal de peligro? Las adicciones son un problema mental real y tienen que tratarse con eficiencia profesional, con perspectiva médica y, no con ética o moral. En una cuestión como esta, en la que trastornos, como la depresión o la ansiedad, pueden derivar, inevitablemente, en adicción a las drogas, ni la una ni la otra, tienen cabida y, desde luego, no podrán ayudar. ¿Saben lo que sí ayuda, sin embargo? Los centros de rehabilitación de drogas.
Porque esos centros prestan ayuda de verdad. Es decir, terapia, tanto individual como grupal, el principal tratamiento para que a la larga el paciente que, realmente, desea dejar de consumir consiga hacerlo. El objetivo final no es curar porque, desgraciadamente, un adicto siempre puede reincidir. No, el objetivo es proporcionarle herramientas para combatir ese deseo, esa necesidad inevitable y poder llevar una vida normal. O, dicho de otro modo, ser funcional. La adicción al alcohol, por ejemplo, es sin duda una de las peores, pues es una de las drogas a las que, más fácilmente, acude una persona con principios de depresión. Para esta adicción concreta, por suerte, existen los centros de desintoxicación de alcohólicos.
El camino para rehabilitarse de una adicción a las drogas suele ser largo y tortuoso
El camino para rehabilitarse de una adicción a las drogas suele ser largo y tortuoso. Lo más angustioso de todo es que no parece acabar nunca, de modo que, es importante que la persona afectada celebre sus triunfos. No importa si lleva sin consumir una semana, un mes, medio año o dos, porque cada paso cuenta y permite dar otro más. Dejar las drogas, en pocas palabras, es una de las batallas mentales de nuestro siglo, un siglo dominado, cada vez más, por el hastío existencial y las enfermedades mentales, aún estigmatizadas. Sin embargo y, gracias a la ayuda de estos centros, cada vez más personas consiguen recuperar su vida. Tengámoslo en cuenta.