¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Grandespymes escriba una noticia?
Por Jennifer Delgado Suárez
¡Sal de la zona de confort! Esta frase se ha vuelto omnipresente, convirtiéndose en uno de los consejos más comunes de superación personal. Todos sabemos que acomodarnos demasiado no es positivo, que en algún momento nos toca coger las riendas de nuestra vida y pasar a la acción. Es cierto.
También es cierto que es importante enfrentar nuevos retos, superar miedos, aprender a lidiar con la incertidumbre y no aferrarnos a los viejos hábitos que terminan anquilosándonos. Pero toda medalla tiene su reverso, por lo que no es menos cierto que existen ocasiones en las que NO salir de nuestra zona de confort es lo mejor. Hay momentos en que es infinitamente más inteligente permanecer en esa zona familiar donde nos sentimos cómodos y seguros.
Los peligros de precipitarse fuera de la zona de confortLa cultura actual de superación personal glorifica el acto de abandonar la zona de confort. Es fácil decir que cada obstáculo nos acerca al éxito, que quien no arriesga no triunfa ? aunque olvidamos que a menudo también fracasa estrepitosamente ? y que necesitamos vencer el miedo a salir de la zona de confort para lograr grandes cosas en la vida, pero no debemos olvidar que cada una de esas acciones tiene consecuencias. Y es probable que no estemos dispuestos a lidiar con algunas de esas consecuencias o que simplemente no valga la pena.
Salir de la zona de confort ? porque sí, porque es lo que nos «ha recetado el médico» ? sin sopesar adecuadamente los riesgos y beneficios que ese paso conlleva, puede ser una decisión precipitada de la que podríamos arrepentirnos en un futuro más o menos cercano. En realidad, salir de la zona de confort no significa lanzarse al vacío sin paracaídas sino preparar cuidadosamente el terreno para dar cada paso.
Además, vivir obsesionados con la idea de que necesitamos abandonar nuestra zona de confort puede convertirse en la receta más segura para el agotamiento psicológico. La zona de confort también es un espacio de calma donde podemos descansar y reponer fuerzas, por lo que no necesitamos vivir continuamente fuera de ella. Por tanto, hay veces en las que quedarse en la zona de confort es lo mejor que podemos hacer.
.u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f, .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f .postImageUrl, .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f .centered-text-area { min-height: 80px; position: relative; } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f, .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f:hover, .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f:visited, .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f:active { border:0!important; } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f .clearfix:after { content: ""; display: table; clear: both; } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f { display: block; transition: background-color 250ms; webkit-transition: background-color 250ms; width: 100%; opacity: 0.6; transition: opacity 250ms; webkit-transition: opacity 250ms; background-color: #E67E22; box-shadow: 0 1px 2px rgba(0, 0, 0, 0.17); -moz-box-shadow: 0 1px 2px rgba(0, 0, 0, 0.17); -o-box-shadow: 0 1px 2px rgba(0, 0, 0, 0.17); -webkit-box-shadow: 0 1px 2px rgba(0, 0, 0, 0.17); } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f:active, .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f:hover { opacity: 1; transition: opacity 250ms; webkit-transition: opacity 250ms; background-color: #D35400; } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f .centered-text-area { width: 100%; position: relative; } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f .ctaText { border-bottom: 0 solid #fff; color: #ECF0F1; font-size: 16px; font-weight: bold; margin: 0; padding: 0; text-decoration: underline; } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f .postTitle { color: #2C3E50; font-size: 16px; font-weight: 600; margin: 0; padding: 0; width: 100%; } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f .ctaButton { background-color: #D35400!important; color: #ECF0F1; border: none; border-radius: 3px; box-shadow: none; font-size: 14px; font-weight: bold; line-height: 26px; moz-border-radius: 3px; text-align: center; text-decoration: none; text-shadow: none; width: 80px; min-height: 80px; background: url(https://www.grandespymes.com.ar/wp-content/plugins/intelly-related-posts/assets/images/simple-arrow.png)no-repeat; position: absolute; right: 0; top: 0; } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f:hover .ctaButton { background-color: #E67E22!important; } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f .centered-text { display: table; height: 80px; padding-left: 18px; top: 0; } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f-content { display: table-cell; margin: 0; padding: 0; padding-right: 108px; position: relative; vertical-align: middle; width: 100%; } .u91cc3c6dc3609c69e5f7906f92d49c5f:after { content: ""; display: block; clear: both; } Lectura relacionada Palabras de un seminarista anónimo. De la zona de confort a la zona de pánico ? pasando por la zona de aprendizajeAndy Molinsky, profesor de comportamiento organizacional en la escuela de Negocios Internacionales de la Universidad de Brandeis, hizo referencia a tres espacios relacionados con la zona de confort.
Cuando entramos en la zona de pánico podemos experimentar tanto miedo y ansiedad que es probable que corramos despavoridos hacia la zona de confort y no nos atrevamos a salir nunca más de ella.
Al contrario, el crecimiento se produce en la zona de aprendizaje ya que es cuando alcanzamos nuestro punto óptimo de productividad y motivación. No obstante, para aprovecharlo debemos prepararnos ? al menos mínimamente ? para lo que podremos encontrar en esas situaciones nuevas, diseñando posibles planes de acción para superar los obstáculos que nos esperan.
¿Cuándo es conveniente quedarse en la zona de confort?Es importante comprender que la zona de confort es un concepto subjetivo en el que intervienen diferentes factores, entre ellos nuestras características de personalidad y el nivel de tolerancia al estrés. Un introvertido, por ejemplo, podría encontrar la idea de ir a un evento más problemática que un extrovertido.
También respondemos al estrés de manera diferente, por lo que es posible que la zona de aprendizaje de algunas personas sea más pequeña que la de otras y entren más rápido en la zona de pánico.
Cada persona tiene sus propias limitaciones y eso no es algo necesariamente negativo. Lo que sí es negativo y contraproducente es copiar lo que hacen los demás para salir de su zona de confort, porque esa puede ser la receta perfecta para el fracaso y la frustración.
El secreto para crecer sin entrar en la zona de pánico consiste en aplicar ese viejo aforismo griego: "Conócete a ti mismo". Necesitamos comprender nuestros límites y conocer nuestro nivel de tolerancia al estrés y la incertidumbre. Solo así podremos ir ampliando paulatinamente esa zona de aprendizaje sin ir demasiado lejos.
Fuente: https://rinconpsicologia.com/quedarse-en-la-zona-de-confort/