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Tras años de polémicas, el ministerio español de Defensa reconoció por primera vez este miércoles su responsabilidad política en el accidente del avión de transporte Yak-42 ocurrido en Turquía en 2003, que le costó la vida a 62 militares.
"Hay reparaciones que no son económicas, que tienen que ver con reconocimientos", declaró la ministra María Dolores de Cospedal a la emisora de radio Cope, al día siguiente de una reunión con familiares de las víctimas en Madrid.
El trirreactor, de fabricación rusa y operado por una compañia de Ucrania, había sido fletado por el ministerio español y se estrelló el 26 de mayo de 2003 en Trebisonda (noreste de Turquía).
En el accidente murieron 62 militares españoles que regresaban de una misión en Afganistán y 13 tripulantes ucranianos y bielorrusos.
El suceso derivó en un gran escándalo al final del mandato del jefe de Gobierno José María Aznar (1996-2004), cuando las autoridades civiles y militares recibieron acusaciones de ignorar las denuncias de militares españoles del precario estado del avión.
"Contrataban aviones basura (...) por las limitaciones presupuestarias existentes", denunció en una entrevista al diario El País publicada el martes el socialista José Bono, sucesor del ministro de Defensa conservador Federico Trillo, en el puesto al momento del accidente.
Poco después hubo una segunda polémica en torno a la identificación errónea de 30 víctimas, lo que desembocó en la condena a penas de prisión en 2009 de tres altos mandos militares.
Pero durante todo este tiempo el ministerio de Defensa no había asumido ninguna responsabilidad en ese accidente, hasta esta semana a raíz de un dictamen del Consejo de Estado, el órgano consultivo supremo del Gobierno español. En este dictamen, adoptado en octubre pero publicado recientemente, este órgano asegura que el ministerio de Defensa tuvo una responsabilidad "patrimonial" en el accidente.
El documento reavivó una polémica incómoda para el Partido Popular (PP). La oposición no tardó en exigir el cese "fulminante" de Federico Trillo, por entonces ministro de Defensa y actualmente embajador en Londres. Exteriores indicó que próximamente será relevado, no por esta polémica sino porque se terminó el tiempo de su misión.
El partido Podemos y otras formaciones de izquierdas pidieron la comparecencia parlamentaria del jefe de Gobierno Mariano Rajoy para dar explicaciones.
El PP anunció que será la ministra Cospedal quien comparecerá el lunes ante la comisión de Defensa del Congreso.
Este miércoles, la ministra asumió la interpretación del Consejo de Estado, declarando que según el dictamen "hay una relación entre el funcionamiento del ministerio de Defensa y la tragedia que ocurrió".
Además, se comprometió a "encontrar todos los documentos" relacionados con "las contrataciones que se produjeron", aseveró.
Dicho reconocimiento político no tendrá consecuencias pecuniarias ni penales, puntualizó la ministra, recordando que los familiares de las víctimas ya fueron indemnizados.
El gesto, por tanto, es meramente político, después de que durante años los conservadores se negaran a admitir la más mínima responsabilidad en los hechos.
"Por primera vez se ha reconocido que el YAK-42 nunca tuvo que despegar", se felicitó el martes en rueda de prensa Curra Ripollés, portavoz de la asociación de familiares de las víctimas.
"Necesitamos una verdad con responsabilidades", reclamó después en una entrevista en la televisión La Sexta. "La verdad siempre sale y los 62 no se irán hasta que se haga justicia", añadió.