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El Petro ha traído confusión entre adultos mayores, y muchos comerciantes se han prestado a la corrupción y necesitamos reconstruir el país
Los funcionarios públicos dan una mala respuesta, cuando un adulto mayor se refiere a la utilización de los medios digitales y como lograr, concluir su tramitación. Por supuesto que no se trata de tomar la recomendación al pie de la letra, sino que la frase apela al conjunto de frustraciones, incluyendo tiempo perdido, del proceso de prueba y error cuando de cumplir algún trámite se trata. Como método pedagógico, si bien bastante usado en el pasado, todos comparten la idea de que es pésimo, que así nadie aprende nada. Como método de crear confianza en el Estado también es pésimo. Es una manera bastante dolorosa de empezar una relación entre el Estado y el ciudadano dándose de cabezazos contra las maneras absurdas de idear trámites ante ese monopolio que es el Estado cuando de trámites se trata.
El trámite digitalizado está pensado, diseñado e implementado para el sistema que le da soporte. No lo está para la interacción entre el sistema y el ciudadano, quien, por cierto, es humano y, por lo tanto, puede cometer errores.
Tengo la impresión de que pocos funcionarios validan el funcionamiento del trámite digitalizado y se escudan en lo que dice “el sistema”, evitando avanzar en resolverle los problemas a los ciudadanos. “Corrija y regrese” termina siendo la recomendación que deja en el privado (¡oh, el ciudadano!) la sensación de “cuanto menos me relacione con el Estado, mejor”
No basta, la tarea de hacer investigaciones para crear estándares mínimos de seguridad y un almacenamiento de datos para luego evaluar y seleccionar los proyectos ya clasificados, se necesita facilitar todo, de una manera pormenorizada.
La cuestión aquí, sin embargo, es que, más allá de los casos en concreto, la labor de la Sunacrip, aunque pise los vidrios de muchos intereses, resulta medular para que el país pueda mejorar un poco los precarios indicadores que registra, año a año, en lo concerniente a eficiencia. La historia de Venezuela, en los últimos años ha sido la de una tragedia griega en la que los personajes protagónicos, debido a hechos y decisiones fatales, se vieron llevados a un conflicto que acabó en la destrucción mutua. En el proceso, siempre venció la fuerza negativa, la incapacidad de construir, de separar la paja del trigo.
Nadie sabe que es una revolución y desconocen quien fue Fidel y el Che. Destrozan a Maduro y a Chávez en las colas de bancos y mercados
En las acusaciones de soborno, fuimos incapaces de castigar a los corruptos y al mismo tiempo salvar a las empresas o a los proyectos, que siguen paralizados destruyendo empleos y crecimiento.
Lo que se impone ahora es un arduo trabajo de reconstrucción. Menos mal que de todo esto quedaron unas bases que son la reforma del sistema judicial –que requiere un gran esfuerzo de consolidación– y la reforma política. El nuevo Congreso deberá mejorar las reformas ya promulgadas sobre los partidos, y aprobar las pendientes, relativas a la gobernabilidad, para prevenir las trampas fatales que llevan a la tragedia griega de la autodestrucción nacional.
Necesitamos concertar y castigar a los malos congresistas y alcaldesno reeligiéndolos.En lugar de castigar a los malos congresistas y alcaldes no reeligiéndolos, debemos desaprobar la no reelección en general, ya que se viene causando enorme daño a la institucionalidad.
La criminalización indebida de las donaciones de campaña destruyó casi el único esfuerzo de construcción partidaria de los últimos lustros, en un país que no tiene partidos, solo el Psuv y AD. Que es lo mismo. Y alejó al empresariado de su compromiso con el país: en lugar de permitir donaciones transparentes, las prohibimos. Hay que prohibirlas para acabar con la corrupción.
* Escrito por Emiro Vera Suárez, Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajo en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño