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Es nuestra decisión cambiar hacia un mundo más justo
El caos en los ojos,
del contaminante,
ciudadano que pasea su tristeza y odio,
por calles saturadas de miedo,
se alarga la espera por una vida mejor,
por cosas cotidianas,
pedidas a todos los gobiernos,
de todas las corrientes del pensamiento,
capitalistas,
socialistas,
de tendencias centrales,
algo pide el ciudadano,
vivir con dignidad,
con agua potable,
en casas armónicas,
que se respete su silencio,
su inteligencia,
sus decisiones,
el ciudadano quiere vivir,
pero es el caos el que rige los destinos de los pueblos,
es una mentalidad antigua,
depravada y mortal,
no es nada nuevo que los gobiernos no sirvan para nada,
que sean una gran cloaca al servicio de ellos mismos,
en toda Latinoamérica,
gobiernos que no gobiernan,
no llevan la felicidad al ciudadano,
sólo la muerte,
articulada en sus leyes,
estamos expuestos al caos del gobernante de turno,
ese individuo que llega a la Presidencia,
ofrece de todo lo imaginable,
compra todas las conciencias posibles,
el pueblo aplaude sus sandeces,
canta rancheras,
boleros,
incluso rock and roll,
llora en público y privado,
es el propio payaso,
no es sólo en tu país que se ve ese fenómeno,
es en todos los países Latinoamericanos,
acostumbrados a esta aberración.
Es una forma de llegar a las mayorías,
está estudiado por especialistas,
conectarse a la conciencia de las masas de esa manera,
que el gobernante de turno las cree estúpidas,
lo cree firmemente,
Presidentes que se creen estadistas,
que permanecen más fuera del país que dentro,
Estamos expuestos al caos del gobernante de turno
es una forma de desgobierno,
sin estímulos al trabajo creador,
el contaminante ciudadano,
no sólo está contaminado con la polución física,
también con una degradación moral,
prefiere las limosnas que le da el Estado que un trabajo honrado,
aplaude a rabiar al líder supremo,
pero ese aplauso claudica cuando se termina el chorro de limosnas,
cuando se tranca la máquina de entregar dádivas,
por eso es urgente el dinero fresco para el líder de turno,
para comprar conciencias,
civiles y militares,
así, de esa manera,
con esta máquina creadora de dinero casi infinita,
tenemos más dinero,
grotesco y vital género,
para seguir comprando a las masas,
tan sedientas de capital,
en esta parte del mundo.
Pobre contaminante ciudadano,
tan elemental y apegado a sus dogmas
cree todo lo que inyecta el líder en su cerebro básico,
utilizando los medios de comunicación,
pero el líder sabe que se ha creado
una dependencia absoluta de difícil ruptura,
no sospecha el ciudadano contaminante,
que todo es una farsa,
un juego elemental,
para mantenerse en el poder,
ganar tiempo,
espacio para camuflarse,
como lo hacen los camaleones,
extraña y vital propiedad de perderse en su hábitat,
para luego salir en el momento apropiado,
con más promesas,
más cuentos,
para sacar nuevamente la caja mágica,
esa que fabrica dinero,
pero sin trabajarlo ni sudarlo
dinero inorgánico,
que se devalúe con respecto al dólar,
importa muy poco, afirma el líder,
es para sobrevivir,
mantener una burocracia vital para su entorno,
para repartirlo a los mismos contaminantes ciudadanos,
No es nada nuevo que los gobiernos no sirvan para nada,
esos que construyen la Patria en su bolsillo.