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Hay un gran debate en Venezuela sobre el rumbo a seguir por la Revolución se enfrentan los revisionistas y los revolucionarios
Estamos en tiempos de definiciones, y en el proceso revolucionario venezolano como todo ser vivo está planteando un debate para precisar el rumbo que en lo futuro tomara el movimiento popular bolivariano, quienes hacen militancia activa dentro del PSUV pensaron que con lo del congreso ideológico extraordinario se resolvería parte de esta deuda histórica, lamentablemente esa instancia al igual que en otras tantas iniciativas del Presidente de La República Hugo Chávez han resultado truncadas, porque la metodología utilizada en dicho evento lo convirtió en un coto cerrado donde solo tienen acceso al debate quienes fungen como delegados (amen de intereses político e ideológicos de algunos de los mas connotados “dirigentes” de la simbiosis burocrática Gobierno-PSUV), atrás quedo lo de discutir con la militancia de las patrullas socialistas los temas que se tocaran en dicha instancia, pero como todo movimiento emancipador se construye y abre sus propios espacios algunos colectivos y militantes de organizaciones políticas que apoyan al Presidente Chávez a lo largo y ancho del país vienen realizando por propia iniciativa unos círculos de discusión o conversación desde donde se ha planteando entre otras propuestas: que llego el momento de construir un “no-estado”, ¿pero qué quiere decir esto?. La verdad es que la historia reciente comprobó que el poder o se lucha por el lado clásico, acumulando y tomándolo, con estrategias leninistas, socialdemócratas, fidelistas, chavistas, o el poder se toma por otra vía, construyendo y multiplicando espacios de igualdad y libertad que ni el estado imperial ni el nacional puedan destruir. Al parecer la segunda de visión es el auténtico camino a seguir. Ello significa construir una estrategia y una metodología que no debe quedarse en “ganar hegemonía fuera y dentro del estado”, “fortaleciendo y expandiendo los acumulados autónomos del movimiento popular”.
Desde el inicio del gobierno popular Socialista en 1998 se ha hablado del “Proceso Popular Constituyente” (originario no derivado), sin duda alguna todavía sigue siendo una visión justa en la actualidad. En este momento más que nunca es real esta posibilidad, dada la productividad organizativa de la revolución bolivariana, se debe convertir este principio estratégico en algo mucho más visible y territorializado de espacios de autogobierno popular que vayan poco a poco sumando las comunas, articulándose, planificando y proyectándose de tal manera que en su propio seno se entiendan como una “nueva república” auténticamente Socialista y subversiva en formación, adversa clara y tajantemente con todos aquellos modelos republicanos, corporativos-burocráticos o liberal-oligárquicos que aun persisten. Donde se haga más visible y se autonomice cada vez más el mando popular y autónomo. ¿Y frente al estado qué?. El problema primordial es como establecer con el estado una relación de “equivalencia de poderes”, siendo los organismos oficiales quienes debe admitir y ser obedientes a los acuerdos a que llegue el soberano; el poder constituido tiene “las armas y la chequera de la renta” la base social no. Si no hay una simetría lo demás es sumisión. En caso que la burocracia enquistada en el poder constituido no acepte otra cosa que la sumisión, un estado burgués que vive de las hazañas históricas del movimiento popular, quiere imponer relaciones de sumisión, no queda otra salida que una respuesta clara donde sean reemplazados el poder. Es el destino inevitable de la lucha libertaria. Todavía queda mucho por discutir pero hay una esperanza en camino.
Ordonez47@hotmail.com