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Una danza diversa y colorida que simboliza cómo la alegría vence a la muerte marcó el segundo día del carnaval de Barranquilla, el más importante del Caribe colombiano.
La danza del garabato, en la que decenas de coloridos bailarines se enfrentan a una calavera que los persigue con una hoz al ritmo de la música, inundó la famosa vía 40 del puerto, en el desfile conocido como "Parada de Tradición".
Allí, no sólo los colores verde, rojo y amarillo, de los trajes de los bailarines y el negro de las calaveras, alegraron a los asistentes.
También los congos, hombres que usan coloridos gorros cilíndricos de unos 60 centímetros, se hicieron presente en la fiesta, así como bailarines con el cuerpo totalmente pintado de negro.
Entre otros muchos disfraces, barranquilleros, colombianos de otras regiones y extranjeros, disfrutaron del Festival de Comedias y, posteriormente, del de orquestas en el Estadio Romelio Martínez.
El lunes, la ciudad cercana a la turística Cartagena, se prepara para la Gran Parada de Comparsas y otro Festival de Comedias.
El carnaval de Barranquilla fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003.