El gobierno chileno expresó este domingo sus condolencias a las familias de las 19 víctimas fatales, en su mayoría argentinos, del accidente de bus ocurrido el sábado en Mendoza, a pocos kilómetros de la frontera con Chile.

En un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno de Michelle Bachelet transmitió su pesar por la tragedia y su "total disposición a continuar prestando la más amplia colaboración en todo aquello que se refiera a la protección y ayuda a nuestros conciudadanos".

En esa línea, Santiago se comprometió a ayudar a los heridos y a los familiares que debieran enfrentar "el doloroso proceso de la próxima repatriación de los restos en caso de así corresponder", señala la misiva.

El vuelco del vehículo de la empresa chilena Tur-Bus, que partió de Mendoza (oeste) rumbo a Santiago, provocó la muerte de 17 argentinos, entre ellos un bebé de 11 meses, además de una mujer chilena y una joven peruana.

Sobre las víctimas fatales, Chile confirmó que "perdieron la vida dos ciudadanas chilenas: Macarena Gaete Carvajal, quien había fijado residencia en la ciudad de Mendoza, y la menor de tan solo tres años de edad, Lucía Yévenes Márquez, hija de padre chileno y madre argentina, también con residencia en el vecino país".

El autobús transportaba 40 pasajeros y dos conductores, ambos de nacionalidad chilena que resultaron ilesos y fueron arrestados tras el accidente. El profesional que descansaba cuando se dio el vuelco fue liberado la noche del sábado, informaron fuentes judiciales en Argentina.

Entre los heridos, siete de ellos siguen hospitalizados con heridas de diversa entidad.