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La selección holandesa femenina de hockey logró el oro y desató la fiesta en 'su' Mundial, en La Haya, al ganar en la final 2-0 a Australia, que se quedó co la plata, mientras el seleccionado argentino se despidió con la medalla de bronce al derrotar a Estados Unidos (2-1).
En un marco completamente naranja, Holanda se impuso con tantos de Maartje Paumen (12) tras córner corto y de su líder Kim Lammers (29) de jugada, para confirmar su número uno mundial. "Es un sueño y estoy muy orgullosa con el equipo, que nos mantuvimos concentradas todo el tiempo. Habíamos jugado una excelente semifinal, pero teníamos que seguir centradas en la final", afirmó Lammers al término del partido. "Es un sueño anotar en una final, en casa. Nunca voy a olvidar esto, realemtne es asombroso", añadió la goleadora holandesa.
Tal vez el paso más difícil lo habían dado las chicas holandesas en semifinales, cuando golearon 4-0 a las defensoras del título, las argentinas, con las que acostumbran a definir todos los títulos de fuste.
De hecho, hace cuatro años en Rosario, la victoria había quedado del lado de las sudamericanas, que dos años después perdieron la final con Holanda en los Juegos Olímpicos de Londres-2012.
Pese a la goleada encajada en semis, las Leonas sacaron el sábado a relucir el coraje de siempre y lideradas por la mejor jugadora del planeta para la Federación Internacional, Luciana Aymar, que arrastró durante el torneo una lesión muscular en un muslo, terminaron festejando un tercer puesto valioso, que sirvió para una despedida con la cabeza en alto para 'Lucha', que anotó los dos tantos albicelestes (minutos 8 y 21).
Las estadounidenses había alcanzado la igualdad transitoria con un corto, por medio de Lauren Crandall (11). "Queríamos estar en la final, pero ahora tenemos una medalla y eso es importante para Argentina, aunque queríamos llegar a la final", dijo Aymar casi consolándose. "Lo más importante es que hoy pudimos jugar bien y ganamos la medalla", agregó, intentando olvidar el mal día de semis.
Fue un partido en el que ambos equipos mostraron sus armas. Estados Unidos mostró el trabajo y sacrificio en ataque y defensa. Las argentinas la elegancia y ambición que les faltó contra Holanda en la ronda previa.
El duelo resultó intenso de principio a fin, con las estadounidenses buscando la portería contraria mediante la rapidez y el juego directo de Melissa Gonzalez y Katia O'Donell, mientras que el bando contrario las oportunidades las generaban la joven Florencia Habif y Delfina Merino.
La Leonas consiguieron con esta presea su séptima medalla en un Mundial, la cuarta consecutiva tras los oros de Perth (2002) y Rosario (2010), y el bronce de Madrid (2006).
Este domingo se cierra definitivamente el torneo con la final masculina entre Holanda y Australia, precedida por el duelo por el bronce que protagonizarán Los Leones argentinos con Inglaterra.