Ha sido la frase más repetida por los representantes del chavismo antes de la constitución de la nueva Asamblea Nacional, dominada por la oposición y que ha dejado en videncia una vez más a los chavistas.

Han dado un espectáculo bochornoso, impropio de un país civilizado e indigno del pueblo venezolano, que se merece un mayor respeto por parte de quienes pretenden representarlo, a pesar de haber sido sometidos a una derrota electoral contundente.

La marrullería y el "patotismo" ejercido por los diputados chavistas les descalifica ante el mundo, han demostrados ser indignos de representar al pueblo venezolano, a pesar de haber sido elegidos en las urnas.

Venezuela ya no está dividida en dos, Venezuela cuenta con un tercio de la población, que permanece secuestrado por el chavismo a base de limosnas que son pan para hoy y hambre para mañana.

La oposición ha hecho gala de la más exquisita de las enterezas, aguantando el chaparrón de una banda de alborotadores, cuya única pretensión era reventar la toma de posesión de los diputados.

El grupo parlamentario "de la Patria" acudió a la Asamblea Nacional con la finalidad de guardarse las espalda con la inmunidad parlamentaria, algo que le conviene tanto a Cilia como a Diosdado, inmersos en procesos de investigación por su vinculación con el narcotráfico.

El resto de los títeres, tiene sus días contados, como los tiene el payaso Mario Silva, que osa criticar al bastión de los teóricos del chavismo, agrupados en APORREA y que desde hace tiempo vienen haciendo una tímida autocrítica a la gestión de sus camaradas.

Ya nada volverá a ser como antes, Venezuela ya no es chavista

La retirada de los retratos de Bolívar y de Chávez, podían habérsela ahorrado, ya que las masas no entienden mucho de esos simbolismos y sí, y mucho, del papel de las estampitas milagreras que desde hace tiempo abusan los chavistas.

El discurso de Julio Borges ha estado en la línea de lo esperado, haciendo un llamamiento a la unidad del pueblo venezolano y al entendimiento con los chavistas, un discurso civilizado, moderado pero a la vez claro en cuanto a la firme decisión de poner fin al desgobierno de la nación.

Los intentos de boicot y dilación, de buena parte de los diputados chavistas suponen una vergüenza que deja en evidencia su catadura moral y su falta de principios, máxime cuando se trata de la constitución del principal Poder del Estado, el legítimo depositario de la soberanía popular.

Diosdado Cabello, uno de los líderes del chavismo, autoproclamado "hijo de Chávez" permaneció al margen, dando la impresión de un "capo" que no se mancha las manos y deja el trabajo sucio a sus sicarios, al más puro estilo de las mafias y los narcotraficantes, una escena deplorable.

Después de toda la bulla, los empujones y los abucheos, el grupo parlamentario chavista se bate en retirada, en una frustrada pretensión de vaciar de contenido una Asamblea Nacional ya constituida y en la que poco o nada pueden hacer, al ser minoría, pero sobre todo por carecer de ideas.

Venezuela ha iniciado una nueva etapa política, habrá que estar atentos al desarrollo de los acontecimientos, Maduro Tiene los días contados.

@ordosgonzalo

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