Los Mossos d’Esquadra y el Ejército de Tierra se encuentran llevando a cabo un amplio dispositivo de búsqueda por la zona forestal de Rubió y de Castefollit del Boix para dar con el preso de nacionalidad albanesa que se fugó tras declarar en el juzgado de Sant Feliu.

El preso, de 30 años, acababa de declarar por un presunto robo con fuerza en un coche y estaba esperando a ser devuelto a su centro penitenciario cuando empujó, esposado, a uno de los tres agentes que lo custodiaban y se echó a correr. Los otros dos agentes intentaron atraparle sin éxito y tras perderlo de vista activaron el protocolo de búsqueda en el que participaron agentes uniformados y de paisano distribuidos por todas las calles de la localidad.

Además, el otro preso, que iba a ser trasladado con él, también ha intentado escaparse justo después de la misma forma, pero los Mossos lo impidieron.

Los Mossos d’Esquadra disponen de un baremo interno con el que evalúan el nivel de peligrosidad de cada preso y su riesgo de fuga para determinar el protocolo a seguir. En este caso, como únicamente tenía antecedentes por robo y nunca había realizado demostraciones de violencia física contra sus víctimas, se destinaron tres policías para efectuar su traslado, pensando que el riesgo de fuga era mínimo.

Los agentes de seguridad han decidido centrar las averiguaciones en Castefollit del Boix y la zona forestal de Rubió (Cataluña), porque creen que el preso podría estar escondido en alguna casa de campo o domicilio de la región. Aunque, también están llevando a cabo controles en áreas como la estación de tren y las salidas por carretera y un helicóptero ha sobrevolado la ciudad durante todo el día.