¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Diasporaweb escriba una noticia?
La biología sintética es una nueva arma en la investigación para diseñar componentes biológicos artificiales. Tiene aplicaciones en biocombustibles, agricultura, protesis... Pero sirve para fabricar nuevos ingenios militares y dar entrada a bioterroristas
La biologia sintética es un logro revolucionario que podría permitir a los científicos "construir" nuevos sistemas biológicos. Hace pocos años el equipo de investigadores de la Universidad de Princeton, creó secuencias genéticas que no existen de forma natural en nuestro planeta, y se afana en elaborar sustancias que sustenten la vida en las células, casi tan fácilmente como lo hacen las proteínas generadas de manera natural.
Este nuevo trabajo representa un avance significativo en la biología sintética, un área emergente de investigación en la que los científicos trabajan para diseñar y fabricar componentes y sistemas biológicos que no existen de modo natural en la Tierra. Uno de los objetivos de esta línea de investigación es desarrollar un genoma del todo artificial, basado en complejísimos patrones de productos químicos, capaz de sustentar células vivas.
Casi todo el trabajo previo en biología sintética se ha centrado en la reorganización de componentes biológicos procedentes de organismos naturales. En cambio, los resultados logrados por el equipo de Michael Hecht muestran que las funciones biológicas pueden ser proporcionadas por macromoléculas diseñadas en el laboratorio en vez de provenir de la naturaleza.
Hecht y sus colaboradores se propusieron crear proteínas artificiales codificadas por secuencias genéticas que no existen de modo natural, que se sepa, en nuestro planeta. Produjeron aproximadamente un millón de secuencias de aminoácidos diseñados para plegarse en estructuras tridimensionales estables.
Nuevas bibliotecas de proteínas artificiales
Una vez que los científicos crearon esta nueva biblioteca de proteínas artificiales, las insertaron en distintas cepas mutantes de bacterias a las que antes se privó de ciertos genes naturales. Los genes naturales eliminados son necesarios para la supervivencia bajo ciertas condiciones, incluyendo la de tener un suministro precario de nutrientes.
Bajo estas duras condiciones, las cepas de bacterias que carecían de tales genes, y no recibieron los artificiales, murieron. En cambio, varias cepas diferentes de bacterias sin esos genes naturales sobrevivieron gracias a las nuevas proteínas diseñadas en el laboratorio.
Una de las cosas más asombrosas de este trabajo, tal como subraya Michael Fisher, otro miembro del equipo de investigación, es que la información codificada en estos genes artificiales es del todo nueva. No procede de la información codificada por los genes naturales de nuestro mundo, ni está significativamente relacionada con ellos, y sin embargo, el resultado final es un microbio vivo y funcional.
El debate sobre agrocombustibles de próxima generación podría ser transformado por el nuevo campo de la biología sintética
También conocida como synbio, la biología sintética va más allá de la ingeniería genética para crear vida de la nada al combinar biología de nanoescala, computación e ingeniería.
''Usando una computadora tipo laptop, información pública de secuencias genéticas y ADN sintético ordenado por correo, prácticamente cualquiera tiene el potencial para construir genes o genomas enteros de la nada'', informó el Grupo ETC en un informe reciente. ''En el corazón de la biología sintética yace la creencia de que todas las partes de la vida pueden hacerse sintéticamente (es decir, mediante la química), que pueden diseñarse con ingeniería y ensamblarse para producir organismos funcionantes.''
Un creciente número de científicos-empresarios se están montando en el tren synbio y formando compañías con fondos públicos y capital de riesgo, como LS9, Amyris y Codon Devices. Sostienen que la biología sintética se puede utilizar para crear organismos artificiales que harán de todo, desde erradicar la malaria hasta producir combustible.
“''Amyris Biotechnologies” está traduciendo la promesa de la biología sintética en soluciones para problemas en el mundo real. Partiendo de adelantos en la biología molecular, celular y de sistemas, estan diseñando microbios capaces de producir compuestos de alto valor para atender grandes retos globales de salud y energía. Estamos empleando estas factorías químicas vivientes para producir fármacos novedosos, combustibles renovables y sustancias químicas especializadas', dice la compañía Amyris Biotechnologies en su página web.
La biología sintética aplicada a otros usos que nos son propiamente de nuestra salud
Amyris Biotechnologies está desarrollando procesos de fermentación en gran escala para producir biocombustibles de manera renovable. Esta desarrollando un sustituto de gasolina que contiene más energía que el etanol, que resultará en mezclas de biocombustible de menor costo y menos contaminantes, y compatibles con los coches de hoy y la infraestructura petrolera actualmente existente. También desarrolla un sustituto de diesel que puede lograr costos menores y a mayor escala que los biodiesels basados en aceites vegetales… Ambos sustitutos serán hechos de las mismas fuentes y plantas de producción que se utilizan para hacer etanol, según su página de internet.
Organismos hechos a la orden pueden convertirse fácilmente en fábricas de combustibles y medicinas pero también de armas biológicas... lo cual es peligrosísimo.Los organismos vivos, sistemas y artefactos creados con biología sintética serán igualmente difíciles de contener pero también de controlar.
Los peligros del nuevo invento crean incógnitas que el hombre debe resolver cuanto antes
La creación de nuevas formas de vida entraña complejidades enormes: ¿Cómo podría evitarse su liberación accidental al ambiente o cómo podrían evaluarse los efectos de su liberación intencional? ¿Quién los va a controlar, y cómo? ¿Cómo se fiscalizará la investigación? ¿Deberíamos rediseñar la vida de esta manera cuando los cuestionamientos ambientales y en torno a la seguridad humana son tan vastos ¿Quién debe decidir?
El más prominente y extrovertido de estos tecno-capitalistas de nuevo cuño es el polémico J. Craig Venter, quien se hizo famoso secuenciando el genoma humano con su compañía Celera Genomics. En 2007 la revista Time lo incluyó en su lista de las cien personas más influyentes del mundo. También Diáspora se hizo eco de la secuenciación del genoma humano de Craig Venter.
Es muy útil la creación de organismos artificiales porque sirven para erradicar enfermedades incurables hasta ahora, como la malaria
En 2005 Venter fundó la compañía Synthetic Genomics, que aspira a crear microbios sintéticos que producirán combustibles como etanol e hidrógeno. La mitad de su capital inicial vino del magnate mexicano Alfonso Romo. El Institute for Biological Energy Alternatives, un ente sin fines de lucro fundado por Venter, recibe fondos del programa Genomas para la Vida del Departamento de Energía de Estados Unidos, que desarrolla el uso de plantas y microbios para faenas variadas desde generar energía hasta remover carbono de la atmósfera.
Venter ya es bien conocido por los grupos de sociedad civil latinoamericanos, que le han acusado de biopiratería. En 2004 navegó a Bermudas, México, Costa Rica, Panamá, Chile y las Galápagos, islas ricas en biodiversidad pertenecientes a Ecuador, en el Sorcerer 2, su laboratorio flotante de 90 pies de largo (27, 5 metros). Los participantes en el Foro Social de las Américas, que tuvo lugar ese año en Ecuador, denunciaron la expedición como un intento de patentar y privatizar la biodiversidad. ''La expedición de Venter en busca de microbios pone sobre la mesa serias cuestiones aún sin resolver en torno a la soberanía sobre los recursos genéticos y la privatización de éstos mediante su patentes", dijo Silvia Ribeiro, del Grupo ETC.
''La pretensión de Venter es una de las mayores amenazas para la privatización y comercialización de la vida, por lo cual nos oponemos a su presencia acá y en el resto de los países de la región, '' declaró Lucía Gallardo de Acción Ecológica, un grupo ambientalista ecuatoriano
El objetivo de esta nueva ciencia es diseñar componentes o sistemas que no existen de forma natural. El campo en la medicina es inmenso
''El uso creciente de combustibles fósiles contribuye a los retos ambientales de cambio climático global; contaminación del aire, agua y suelos; y la pérdida de diversidad biológica'', dice la página web de Synthetic Genomics. ''Estamos desarrollando estrategias novedosas basadas en la genómica para atender retos globales energéticos y ambientales. Adelantos recientes en el campo de la genómica sintética presentan aplicaciones aparentemente ilimitadas que podrían revolucionar la producción de energía, sustancias químicas y fármacos, y facilitar el secuestro de carbono y la remediación ambiental... Nos hallamos en una posición única para detonar una revolución biológica industrial, y comprometidos para abrir las llaves a un futuro de energía limpia mediante la genómica.''
Otro gran peligro de las nuevas técnicas es que se aprovechen los bioterroristas de todo el mundo
La idea de organismos sintéticos novedosos levanta banderas rojas para los críticos de la biotecnología. Al Grupo ETC le preocupa que la biología sintética se mueve a demasiada velocidad con prácticamente cero debate en la sociedad o supervisión regulatoria. ''En última instancia la biología sintética significa herramientas más baratas y ampliamente accesibles para construir armas biológicas, patógenos virulentos y organismos artificiales que podrían representar graves amenazas para la gente y el planeta. El peligro no es solamente bioterror, sino el ''bio-error''''.
Hace años una coalición internacional de 35 organizaciones, incluyendo científicos, ambientalistas, sindicalistas, expertos en guerra biológica y defensores de la justicia social exhortaron debate público, regulación y fiscalización de la biología sintética. Los firmantes explícitamente rechazaron las propuestas de ''autorregulación''. ''No se puede permitir que científicos que crean nuevas formas de vida actúen como juez y jurado'', declaró Sue Mayer, directora de GeneWatch UK. ''Las posibles implicaciones sociales, ambientales y de armas biológicas son demasiado serias como para ser dejadas en manos de científicos bien intencionados pero con intereses propios. Se necesitan debate público, regulación y fiscalización.''
Un paradigma radicalmente distinto. Necesitamos alternativas ecológicas
Para atender la crisis energética y el calentamiento global no necesitamos soluciones de alta tecnología, aconsejan los críticos de los agrocombustibles. Sostienen que lo que hay que hacer es confrontar el sistema económico y proveer alternativas ecológicas basadas en el desarrollo local.
''Simplemente no hay escapatoria: tenemos que reducir el consumo de energía fosil si queremos sobrevivir en este planeta'', dice GRAIN. ''De nada sirve pedir a los fabricantes de coches que hagan sus automóviles un poco más eficientes en materia energética si la cantidad se va a duplicar y si las políticas públicas continúan dirigidas a hacer que eso ocurra.
De nada sirve pedirle a la gente que apague las luces de sus casas si todo el sistema económico continúa orientado exclusivamente a mover mercancías por todo el planeta desde los países donde las empresas que los producen pueden obtener los máximos márgenes de ganancias. Para resolver el problema del cambio climático no necesitamos plantaciones de agrocombustibles que produzcan energía para combustible. En cambio, necesitamos dar un giro de 180 grados al sistema industrial de alimentos. Necesitamos políticas y estrategias para reducir el consumo de energía e impedir el derroche. Tales políticas y estrategias ya existen y se lucha por ellas”.Ojalá funcione el acuerdo de Paris.
La Vía Campesina, organización que representa decenas de millones de campesinos y pequeños agricultores en 56 países, propone la producción a pequeña escala, que no requiera maquinaria agrícola industria que usa energía y quema combustible fósil; la agricultura orgánica, que no utiliza agroquímicos tóxicos basados en combustible fósil; y alternativas energéticas verdaderamente sustentables, como la energía solar.
Según declaró Vía Campesina ante la conferencia de la ONU sobre cambio climático, es necesario cambiar radicalmente las maneras en que producimos, comercializamos y consumimos alimentos, según el criterio de que la agricultura y consumo sustentables a suficiente escala de alimentos locales puede revertir la devastación ambiental y proveer sustento a millones de familias urbanas y rurales que actualmente no tienen acceso a comida en suficiente cantidad y calidad y sostendrá a millones de familias agricultoras'', ''La agricultura también puede contribuir a enfriar la tierra mediante prácticas agrícolas que almacenan CO2 y reducen considerablemente el uso de energía en granjas.''
Según Miguel Altieri y Eric Holt-Giménez, ''La única manera de parar el calentamiento global es promover la agricultura orgánica en pequeña escala y reducir al máximo el uso de todos los combustibles, lo que implica disminuir los patrones de consumo y el desarrollo de sistemas masivos de transporte público, áreas que la Universidad de California debería estar activamente investigando y en las cuales la Brutsf Petroleum ( BP) y los otros asociados petroleros en función de los biocombustibles nunca invertirán un solo centavo.''
GRAIN está de acuerdo: ''En la agricultura y la producción de alimentos eso significa orientar la producción hacia los mercados locales en lugar de los mercados internacionales; significa adoptar estrategias para conservar a la gente en la tierra, en lugar de expulsarla; significa apoyar enfoques sostenidos y sustentables para volver a traer la diversidad biológica a la agricultura y terminar para siempre con los transgénicos; significa diversificar los sistemas de producción agrícola, utilizando y expandiendo el conocimiento local; y significa poner a las comunidades locales nuevamente al frente del desarrollo rural.''
Concluye la organización que, ''tales políticas y estrategias implican la utilización y el posterior desarrollo de tecnologías agroecológicas para mantener y mejorar la fertilidad del suelo y la materia orgánica y en el proceso secuestrar dióxido de carbono en el suelo, en lugar de desprenderlo a la atmósfera. Y también requieren una confrontación decidida con el complejo agroindustrial mundial, ahora más fuerte que nunca, que esta conduciendo su agenda de agrocombustibles exactamente en la dirección opuesta. Es decir, la ingeniería genética que produce comestibles altamente tóxicos con la excusa de que están alimentado al pueblo hambriento.