"Una BBC débil es un Reino Unido débil": personalidades británicas, incluidos los actores Daniel Craig y Judi Dench o la autora de Harry Potter, J.K. Rowling, urgieron al gobierno británico de David Cameron a proteger la "preciada" BBC frente a una anunciada cura de austeridad.

"Escribimos para expresar públicamente nuestra preocupación ante todo lo que pueda debilitar a la BBC o convertirla en un fracaso de cadena estrictamente guiada por el mercado", advirtieron en una carta dirigida al primer ministro Cameron, un día antes de que el Gobierno defina los planes para el futuro de la televisión pública.

"La BBC es una institución muy preciada. Como todas las organizaciones tiene sus fallos, pero es una fuerza de creación positiva", añadían.

La carta abierta iba firmada por presentadores, actores y directores que han trabajado con la BBC, incluyendo al presentador y actor Stephen Fry, al exfutbolista Gary Lineker, al chef Jamie Oliver o al director Richard Curtis.

El Gobierno publicará un borrador el jueves con las propuestas para un nuevo estatuto para la cadena pública, que es financiada por el canon de televisión, pagado por los británicos propietarios de televisores.

La financiación de la BBC ya se ha visto afectada por la política de Cameron de reducción del gasto público y los ministerios han dicho que quieren reducir varios de sus servicios, incluido el popular sitio 'web' de la cadena.

El expresidente de la casa Chris Patten, acusó el martes al Gobierno de iniciar la "destrucción" de BBC, agregando que el panel de expertos designados para redactar el nuevo estatuto son "asistentes de enterrador" contratados para "sepultar" la cadena.

Sumida desde 2010 en un gran plan de reestructuración de 800 millones de libras (1.125 millones de euros), la BBC anunció a principios de julio la supresión de más de 1.000 empleos adicionales.

En los últimos años, la BBC ha suprimido miles de puestos, ha vendido el 40% de sus inmuebles y ha reducido los costes administrativos y cedido ciertos derechos de retransmisión de eventos deportivos para ahorrar más de 1.500 millones de libras al año (2.112 millones de euros).