El Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que "cualquier inestabilidad política" en Brasil preocupa a la comunidad internacional y abogó por "soluciones armónicas y tranquilas" a la crisis que hoy enfrenta la presidenta Dilma Rousseff.

En una entrevista publicada el miércoles por el diario brasileño O Estado de Sao Paulo, Ban explicó que la crisis "por ahora es un problema político doméstico". "Pero Brasil es un país muy importante y cualquier inestabilidad política en Brasil es una preocupación para nosotros", añadió.

"Pido a los líderes que adopten soluciones armónicas y tranquilas. Sé que es un desafío lo que el país vive, pero creo que lo van a superar", indicó.

El gobierno de la impopular presidenta Dilma Rousseff enfrenta una severa crisis política, con una coalición diezmada tras la ruptura con su principal aliado y una moción de impeachment en ciernes en el Congreso.

La crisis, aderezada por una histórica recesión, se agrava con las investigaciones sobre el millonario fraude a la estatal Petrobras, que salpican a altos funcionarios del Estado y a jerarcas del partido de gobierno, el PT, y de prácticamente todas las formaciones políticas.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó hace una semana "preocupación por el debate cada vez más encendido y politizado que vive se vive en Brasil".

"Exhortamos al gobierno, así como a los políticos de otros partidos a cooperar plenamente con las autoridades judiciales sobre denuncias de corrupción al más alto nivel y evitar acciones que puedan interpretarse como obstrucción a la justicia", dijo el portavoz de esa oficina, Rupert Colville, citado en un despacho de la ONU.

El organismo pidió además a las autoridades judiciales actuar "minuciosamente dentro de los límites de la ley internacional y nacional, para evitar la adopción de posiciones políticas partidistas".