Nunca pensamos que algo aparentemente tan insignificante como lo es un aparato celular puede ser el encargado de una transformación total en la vida de cada persona. Aquello que comenzó como algo tan atractivo y que le damos a nuestros niños como entretenimiento, puede ser ni más ni menos que nuestro futuro opresor.

Eramos nosotros mismos los que decidíamos si comprar o no un celular, o cual modelo elegir y que aplicaciones serían las más convenientes. Pero lentamente eso se va transformando en una necesaria obligación. 

Los sistemas informáticos se van actualizando con tanta rapidez que en pocos años un aparato termina siendo obsoleto. Pero no termina allí la cosa. Eso sería el principio.

Lo más abrumador es que de a poco y sutilmente la vida del ser humano esta siendo ligada indefectiblemente a su celular. 

Ya no se trata de una elección, divertida, elegante, canchera y actual. De a poco eso se convierte en una sistemática opresión. No son ejércitos de soldados armados, sino un simple celular, pero es que la vida de cada individuo de a poco va perdiendo su privacidad a tal punto que ya no decide por si mismo. Son los sistemas informáticos los que saben más de ti que tu mismo.

De a poco todo se va limitando a un celular, la tarjeta de crédito, el carné de conducir, tu cuenta bancaria, el supermercado sin cajeras que te atiende únicamente a través de tu celular. 

Seguramente a futuro la tarjeta sube y así, infinidades de cosas de tu vida cotidiana estará totalmente relacionada con tu celular.

Aquello que alguna vez le diste a tu hijo como un juguete que lo entretenía, quizás el día de mañana, que no esta tan lejano, él probablemente sienta la impotencia de saber que ese maldito celular se ha adueñado de su vida.

Es que es tan simpático, que nadie puede llegar a comprender que detrás de su atractivo sistema maniobran complejos y gigantes operadores informáticos que se van haciendo cada día más poderosos. Sistemas que van creando nuevos sistemas que se van haciendo más complejos y únicamente controlados por otros complejos sistemas informáticos.

Creo que sería muy conveniente empezar desde ahora a limitar paulatinamente el uso del celular, quizás no lo entendamos así y continuemos pensando que es un simpático aparatito indefenso que entretiene a nuestros hijos y hace más divertida y fácil nuestras vidas. ¿De verdad lo crees asi? mmm    

  Carlos Polleé