Dos de los altos funcionarios iraníes implicados en el atentado contra el centro judeo-argentino AMIA en 1994 coincidieron el martes en denunciar presiones de Estados Unidos e Israel para acusar a Teherán, en entrevista con un canal de Buenos Aires.

"Los hechos muestran que las manos de Israel o de los servicios israelíes están en ese acto terrorista. ¿Por qué no investigaron? ¿Por qué siguen una pista falsa?", se preguntó Mohsen Rabbani, diplomático y exagregado cultural de su embajada en la capital argentina.

En la segunda y última parte de una entrevista exclusiva del canal C5N en Teherán a dos de los exgobernantes y funcionarios imputados iraníes, el excanciller Ali Velayati dijo que su país rechaza "la acusación infundada de los sionistas a Irán" bajo "la influencia de Estados Unidos".

El ataque, aún impune y sin esclarecimiento, fue perpetrado el 18 de julio de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), con saldo de 85 muertos y 300 heridos.

Entre los sospechosos, según la justicia argentina, están también el expresidente iraní Ali Rafsanjani y el exjefe de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezai, todos ellos con pedido de captura internacional.

Rabbani apareció en un momento acompañado por su esposa, Taiebe, y una de sus hijas. La mujer dijo que la bomba sorprendió a la familia cuando estaba en su casa en Buenos Aires.

"Habían pasado pocas horas y los noticieros acusaban a Irán. Fue un bombardeo de propaganda contra nosotros", dijo Taiebe Rabbani.

Mohsen Rabbani recordó que el exjuez de la causa Juan Galeano fue destituido, al comprobarse que sobornó con 400.000 dólares a un allegado a la policía para "acusar a Irán".

Galeano y el expresidente Carlos Menem (1989-99) figuran entre los acusados por una causa de encubrimiento del ataque que se ventilará este año en los tribunales.

Otra causa por encubrimiento la elevó el fallecido fiscal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Kirchner, cuatro días antes de aparecer muerto misteriosamente en enero en el baño de su apartamento.

La denuncia de Nisman ha sido desestimada y archivada al considerar los jueces una "inexistencia de delito" y "falta de pruebas".

Nisman acusó a Kirchner de propiciar el voto del Parlamento para firmar en 2013 un memorándum con Teherán y sentar en el banquillo a los acusados, bajo supervisión de una comisión internacional de juristas.

Velayati dijo que Kirchner "tiene una política realista" en el plano internacional. La comisión de juristas nunca se formó y el entendimiento bilateral para investigar tampoco se cumplió.