¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Juan Pardo escriba una noticia?
Con su estilo inédito de difundir la música clásica, que tiempos atrás parecía reservado a las clases de élite o acomodadas, André Rieu decidió ponerla al servicio de un público joven y en aquellos lugares que dichos jóvenes suelen frecuentar, bien sean de ocio o culturales, tales como plazas públicas y estadios deportivos.
"Pero no sólo mi corazón de músico está en Maastricht. También como persona, como esposo, como padre me siento aquí en casa. Estoy casado con una persona a la que ya conocéis: "Marjorie Kochmann, Mestreechs Meitske " (una chica de Maastricht) y mis dos hijos han nacido aquí. Tenemos una vida de lo más normal, a pesar de la agitación que a veces conlleva la vida de artistas. Cuando paseo por la ciudad, me saludan con un "Ha jong, hoofste neet te wèrreke vandaog?" (¡Eh, chico! ¿Es que no trabajas hoy?) ¡Me encanta! Ni me piden autógrafos, ni fotos, ¡así es la gente de Maastricht! Pero hay algo que sí hacen, y me siento a veces muy cohibido. Me lanzan aquel piropo que sólo la gente de Maastricht sabe decir así: 'Sjiek jong, totste eine vaan us bis!' (¡Fantástico, chico, que seas uno de nosotros!). Entonces me saltan las lágrimas y me siento súper orgulloso."