¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Política escriba una noticia?
¡"Imposible no querer a Gabo!", coincidieron escritores, editores y amigos de Gabriel García Márquez en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) en México, el mayor encuentro literario en español, durante un tributo "a la alegría de vivir" del Nobel colombiano fallecido en abril.
Entrada la noche del sábado, personalidades como la aclamada escritora mexicana Ángeles Mastreta, la editora Doris Bravo, el periodista colombiano Roberto Pompo y Pilar del Río, viuda del escritor portugués José Saramago, se reunieron ante cientos de admiradores del autor de "Cien años de soledad" para compartir las memorias que atesoran de su amistad con el "genio".
Se trata de "la mesa más afortunada del mundo, porque todos los aquí presentes tuvimos la suerte enorme y la inmensa fortuna de haber tratado con Gabo", dijo un emotivo Claudio López de Lamadrid, editor de García Márquez desde 1996 y hasta el final de sus días.
Al conocerle en un café de Ciudad de México, "me conmovió y sorprendió su sonrisa, que nacía del fondo de sus ojos", contó María Cristina García Cepeda, una mexicana que ha ocupado cargos en la cartera de Cultura durante los últimos 30 años.
La funcionaria recordó el gusto de García Márquez por la música del español Joaquín Sabina, la forma en que "cantaba bajito y con sentimiento", su "sentido del humor único" y la manera en que "él era Colombia".
Con el autor de "El amor en los tiempos del cólera", hasta "una taza de café, traía consigo el cafetal y la finca, un pescado a la mesa venía con el mar y las redes (...) Era posible percibir que a través suyo hablaban las voces de las montañas. Gabo llevaba consigo el mar y los campos y la mezcla de los ritmos del tambor con el hablar de sus paisanos", dijo.
Por su parte, con grandes ademanes y hasta cantando una estrofa del vallenato "La gota fría", Mastreta recordó la forma en que García Márquez bailaba hasta el amanecer, en plena calle y con su sobrero vueltiao.
"Nadie que yo recuerde ha sido tan pródigo con su talento ni tan drástico con su abundancia", dijo la escritora, que terminó su discurso con un "¡viva Gabo!".
"90% de realismo, 10% de mágico"
Ante un quórum atento y curioso, el guionista cubano Senel Paz recordó la "alegría casi infantil" con que García Márquez, gran exponente del género realismo mágico, impartía talleres en su Fundación para el Nuevo Cine Latinoamericano en Cuba.
Al tomar sus clases, "uno no salía de ahí con ideas más claras de cómo contar una historia para cine, pero sí con unas ganas descomunales de escribir", aseguró Paz, quien describió la técnica didáctica del colombiano como "una especie de striptease", pues "trabajaba sin pudor y sin secretos a la vista de todos, sin guardarse nada en la manga".
A Jaime Abello, director de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano de García Márquez, lo que más le marcó del autor de "El coronel no tiene quién le escriba" fue su faceta de "Gabo el emprendedor", el que a los 24 años soñó con tener su propio diario, uno que sería "el mejor periódico del mundo".
Si bien no realizó ese proyecto, "creó una fundación para que haya alguien, algún día, que haga el periódico que García Márquez soñó".
"El periodismo era para él una forma de hacer política, de ejercer ciudadanía" en pro de una "América Latina unida, de un mundo más justo", comentó Abello, al describir a García Márquez como un "hombre perseverante, con disciplina".
"Él era el símbolo del realismo mágico, pero para mí era 90% de realismo y 10% de mágico", comentó entre risas sobre el Nobel de Literatura, que falleció en abril pasado a los 87 años en Ciudad de México, donde residía desde 1961.
La FIL, cuya 28 edición está dedicada a Argentina y se extenderá hasta el 7 de diciembre, espera unos 750.000 visitantes y acogerá a más de 650 autores de 32 países, entre ellos el británico Ken Follett, autor del éxito mundial "Los pilares de la tierra" y el periodista y escritor estadounidense John Katzenbach.