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El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está molesto porque los fabricantes alemanes inundan de coches su país, afectando a la balanza de pagos. EEUU importa muchos más coches de los que exporta. Ahora mismo el saldo comercial de EEUU es negativo, compra al exterior mucho más de lo que exporta, es decir, tiene déficit. Desde que estaba en campaña amenazó con crujir a impuestos (35% de arancel) a aquellos fabricantes que metiesen en EEUU coches producidos fuera.
Afortunadamente para el sentido común, los aranceles se aplican a sectores enteros, no a fabricantes concretos o países concretos, que para algo se han firmado los acuerdos comerciales, está la OMC y todo eso. De momento Trump no ha aplicado la supertasa a ningún fabricante -no puede- pero sí ha logrado algunos cambios de actitud de algunos actores. Por ejemplo, Ford anunció la suspensión de una millonaria inversión en Méjico para hacerla en EEUU, en otra cantidad, y con otro propósito.
Trump dijo en una reunión a puerta cerrada a políticos europeos que los alemanes son "malos, muy malos". Eso dice Der Spiegel. Trump no ha oído eso de que es mejor parecer imbécil en silencio a abrir la boca y despejar todas las dudas. Este señor, que no sabe situar países en el mapa y que firma en el libro de visitas del Yad Vashem (Museo del Holocausto de Israel) como si fuese una reunión de compis yoguis, está al mando de la todavía primera potencia mundial.
Pero antes de seguir dándole palos, vamos a analizar cuál es la dimensión del problema. De acuerdo a los datos proporcionados por Motor Intelligence, las ventas de turismos (passenger cars) e industriales ligeros (light trucks) son las siguientes en lo que va de año:
Abril 2017 Abril 2016 Variación (%) Ene-Abr 2017 Ene-Abr 2016 Variación (%) General Motors Corp. 244.200 259.557 -5, 92 % 933.256 943.255 -1, 06 % Ford Motor Company 213.436 229.739 -7, 10 % 826.981 871.326 -5, 09 % Toyota Motor Sales U.S.A. Inc. 201.926 211.126 -4, 36 % 734.537 780.206 -5, 85 % FCA US LLC 176.176 189.005 -6, 79 % 686.974 747.142 -8, 05 % Nissan North America Inc. 121.998 123.861 -1, 50 % 538.889 524.065 2, 83 % American Honda Motor Co. Inc. 138.386 148.829 -7, 02 % 503.679 506.532 -0, 56 % Hyundai Motor America 63.050 62.213 1, 35 % 231.842 235.543 -1, 57 % Subaru of America Inc. 52.368 50.380 3, 95 % 196.618 182.777 7, 57 % Kia Motors America Inc. 53.358 56.508 -5, 57 % 181.086 202.829 -10, 72 % Volkswagen Group of America Inc. 46.508 45.112 3, 09 % 169.226 156.901 7, 86 % Daimler AG 29.490 32.291 -8, 67 % 117.125 116.600 0, 45 % BMW of North America Inc. 26.226 29.826 -12, 07 % 108.518 111.500 -2, 67 % Mazda Motor of America Inc. 24.164 26.195 -7, 75 % 93.235 90.838 2, 64 % Jaguar Land Rover N.A. LLC 8.441 6.275 34, 52 % 39.692 32.077 23, 74 % Mitsubishi Motors N. A., Inc. 8.375 9.674 -13, 43 % 37.522 34.886 7, 56 % Volvo Cars North America LLC 7.121 6.168 15, 45 % 20.600 22.529 -8, 56 % Porsche Cars N.A. Inc. 5.529 5.410 2, 20 % 18.247 17.648 3, 39 % Tesla Motors, Inc. (U.S. Mkt. Est.) 3.850 2.900 32, 76 % 15.600 10.450 49, 28 % Maserati of N.A. Inc. 1.265 1.066 18, 67 % 4.553 3.316 37, 30 % Ferrari of N.A. Inc. 259 217 19, 35 % 734 733 0, 14 % Total todas las marcas 1.426.126 1.496.352 ? 5.458.914 5.591.153 ?
Los tres fabricantes más importantes son General Motors, Toyota y Ford. En cuarto lugar tenemos a Fiat Chrysler Automobiles, es decir, de los cuatro primeros, tres son genuinamente estadounidenses. El primer gran grupo alemán, Volkswagen, que es el fabricante más poderoso del mundo, no está entre los primeros puestos. Es más, Volkswagen aún tiene a EEUU como china en el zapato, al ser el segundo mercado más importante del mundo y tener una cuota tan modesta.
Pero para no perdernos entre los datos, es mejor hacer una clasificación por países de origen, teniendo en cuenta que en el mundo globalizado esto es muy relativo, pero parece que Donald Trump no está atinando mucho en su diagnóstico:
Abril 2017 Abril 2016 Variación (%) Ene-Abr 2017 Ene-Abr 2016 Variación (%) Subtotal grupos alemanes 107.753 112.639 ? 413.116 402.649 ? Subtotal grupos asiáticos 663.625 688.786 ? 2.517.408 2.557.676 ? Subtotal grupos americanos 637.662 681.201 ? 2.462.811 2.572.173 ? Subtotal otros 17.086 13.726 ? 65.579 58.655 ?
Como podemos ver, los fabricantes de origen asiático (coreanos y japoneses) venden prácticamente los mismos vehículos que sus oponentes estadounidenses. Hace ya mucho tiempo, los asiáticos fueron fundando grandes fábricas para abastecer la sed de vehículos de EEUU, que fue hasta entrado este siglo el mercado mundial más importante. Los asiáticos producen en la medida de lo posible dentro de Estados Unidos para abastecer a dicho mercado, aunque una parte importante de la producción se puede encontrar en Canadá y Méjico, gracias a las ventajas que aún tiene el tratado de libre comercio (NAFTA) entre vecinos.
Ojo, que los estadounidenses hacen lo mismo, que nadie se lleve a engaño; patriotismo y negocios no siempre casan.
¿Cuál es el problema con los alemanes? Pues no es un tema de volumen puro, además, las marcas alemanas más importantes tienen fábrica en EEUU, por lo que ni mucho menos todos los coches que se venden allí con insignias germanas se han fabricado en Alemania. Para muestra, un botón, la fábrica de BMW más grande del mundo está en Spartanburg, y el topónimo no ha de confundirnos, ¡está en California Carolina del Sur!
Una cosa sí es cierta, los alemanes exportan a EEUU muchos más coches de los que EEUU exporta a Alemania, y como son en su mayoría modelos Premium, el valor económico de las exportaciones es más grande contra la economía de EEUU. Trump, en sus inicios como magnate, estaba acostumbrado como otros muchos americanos a que las marcas domésticas apenas tuviesen competencia. Pero tras décadas de relajación, los foráneos no solo han hecho coches que gustan a los estadounidenses, también han hecho coches diseñados globalmente que también gustan a los estadounidenses.
Por lo general, los fabricantes 100% US exportan poco al exterior, y se han pegado unos tortazos comerciales de órdago. Ford, uno de los fabricantes globales más exitosos, decidió tener una gama más homogénea a lo largo del mundo (One Ford), y está empezando a acostumbrar a sus nacionales a coches que antes eran solo para europeos, como Fiesta, Focus o Fusion/Mondeo. Esa política sí funciona. Hasta el Ford Mustang es un modelo que se puede vender por todo el mundo, porque no se ha pensado únicamente para los peculiares gustos locales.
Si Donald Trump quiere que los fabricantes estadounidenses sean más exitosos fuera de su mercado y exporten más coches y de mayor precio, tendrá que inmiscuirse en asuntos privados, y eso es de "rojos". Sí, hay marcas que funcionan muy bien, como Jeep, pero en el caso concreto de Europa la presencia de marcas americanas es muy pequeña si obviamos a Ford, que la verdad sea dicha, apenas trae coches desde Estados Unidos (Mustang, Edge y poco más).
Por lo general, los fabricantes tratan de montar fábricas en regiones del mundo donde tiene sentido montarlas, por un tema de logística y costes de producción. Ahora mismo nos parecería una tontería total que Ford trajese todos sus coches desde Estados Unidos y cerrase todos los centros europeos. Pero Trump cree que eso funcionaría. Ford incurriría en unos enormes costes logísticos, sus modelos perderían competitividad por los aranceles que hay entre EEUU y la UE -ya que no hay un tratado de libre comercio, el TTIP fracasó- y al final Ford palmaría pasta. Que alguien le acerque un libro de introducción a la economía a este hombre, por favor.
Los alemanes no son very bad hombres, se han adaptado mejor a los gustos del mercado que los americanos. Lo mismo podemos decir de coreanos y japoneses, que empezaron produciendo para sus gentes y ahora producen para gentes en un sentido muy global, teniendo en cuenta los gustos locales. General Motors ha tenido varios tropiezos intentando hacer eso, de hecho, de Europa prácticamente se baten en retirada, pero también lo hacen de países como la India, Sudáfrica y otros países africanos. GM se centra en los mercados donde ganan más dinero, renunciando a volumen.
Las mejores marcas Premium de este mundo son alemanas, al menos esa es la percepción a escala planetaria, porque Audi, BMW, Mercedes-Benz y en menor medida Porsche no solo se hinchan a vender, sus coches destacan más frente a otras ofertas. A Trump no le gusta que en la quinta avenida (Fifth Avenue) de Nueva York haya más Mercedes que Chevrolet. Pregunten a los dueños el motivo. La salvación a medio/largo plazo de los fabricantes nacionales no se puede garantizar a golpe de aranceles, porque en el futuro será un maldito desastre.
La industria norteamericana del automóvil necesita planteamientos más innovadores y competitivos, como los de Tesla y Elon Musk. Un fabricante surgido prácticamente de la nada se colocará entre jugadores importantes (puestos UEFA si lo preferís) antes de 2020 haciendo lo que en EEUU nadie pensaba que se podía hacer antes del 2000: coches eléctricos de gama alta. En EEUU son más de producir grasientos y pesados SUV que fuera del continente se venden al goteo si no es a árabes, rusos o chinos. Sus pick-up están pensados para Norteamérica, no para los gustos globales, y evitan la entrada de nuevos competidores con barreras técnicas o arancelarias.
Tesla es el fabricante americano de mayor cotización bursátilUna cosa está clara, el mercado doméstico de EEUU es importante, pero ya no tanto como en el pasado. Hay que tener un pensamiento más global. Bastaría un importante incremento del crudo por cualquier anomalía geopolítica para que su mercado se pusiese patas arriba: cuando la gasolina es barata y hay mucho sitio para aparcar los estadounidenses tienden a comprar coches gastones y grandes. Compárese eso con la realidad de Europa, Corea del Sur o Japón, donde ni sobra el espacio para aparcar bichos de 5 metros o más, ni hay autosuficiencia energética como para tener los precios del caldo baratito y abundante.
Los malos gobernantes siempre buscan enemigos exteriores. El problema no es de Alemania, ni de Corea del Sur, ni de Japón. El problema de los fabricantes estadounidenses son los propios fabricantes estadounidenses, que son muy dependientes de los gustos estadounidenses y cuesta sacarles de ahí. Si otros han dado con productos más atractivos, la solución no es poner barreras a esos productos, sino que los productos locales -de la tierra- compitan de tú a tú con ellos.
Entre los 20 modelos más vendidos en Estados Unidos no encontramos ni un puñetero coche hecho por fabricantes alemanes, son todos americanos o asiáticos, y lideran la clasificación Ford F Series, Dodge RAM y Chevrolet Silverado. En esa clasificación lo que más abunda son los SUV, los crossover y los pick-up, las berlinas pierden fuelle y los compactos no terminan de convertirse en productos de consumo masivo. ¿Y cuántos de esos modelos son vendibles fuera de Norteamérica? ¡Muy pocos!
De esa lista podemos ver por el mundo más los Honda CR-V y Civic, el Toyota RAV4 y Corolla, los Nissan Rogue (Qashqai), Ford Escape (Kuga), Chevrolet Cruze, Jeep Grand Cherokee y WranglerSi entramos en el espinoso terreno de las ventas Premium, el panorama es aún peor para los americanos. La marca más exitosa en 2016 fue Mercedes-Benz con 340.237 unidades, seguida de Lexus con 331.228 unidades, BMW con 313.174 unidades y Audi 210.213 unidades. Nota mental, Lexus fue líder absoluto del mercado premium de EEUU durante 11 años, una marca salida de la nada en 1989 (bajo el respaldo de Toyota). Y Audi aún arrastra leyenda negra por la polémica del Audi 5000, que fue una intoxicación informativa: aún hay gente tan idiota que cree que los Audi se aceleran solos o que lo hicieron en el pasado.
¿Dónde están Cadillac, Buick y Lincoln? No solo tienen ventas mucho más bajas, sino que fuera de Estados Unidos son poco relevantes si exceptuamos Buick en China, países árabes, mafiosos rusos, etc. Igualito que el resultado de la tríada premium germana (Audi, BMW y Mercedes).
En definitiva, antes de mirar la paja en el ojo ajeno, Trump debería comprobar la viga que tiene introducida en sus globos oculares. ¿No quería libre mercado? Pues aquí tiene dos tazas.