Tuve dos meses que nada escribí en relación al caso inconcluso legalmente, del homicidio de mi amado hijo Mario Luís Díaz.

Mientras el país se debate entre probables invasiones de los imperialistas, la Otan, las fuerzas combinadas de Colombia, Panamá, Brasil y otros países del cono sur, la justicia venezolana nada hace para dar un dictamen final a los asesinos materiales de Mario Luís, ni ordena una investigación adicional en el caso, en vista de que existen elementos criminalísticos que así lo determinan.

Investigando sobre la justicia en otros países, me doy cuenta que en muchos de ellos la justicia funciona distinta que en Venezuela, lo primero que traigo a la luz es, que esa "Pendejada" que tenemos en Venezuela en relación al trato especial que debemos dar a los "Privados de Libertad", no existe en otros países. Por supuesto, los delincuentes también tienen algunos derechos, pero éstos no llegan a la altura exagerada de los derechos que si tienen aquí en Venezuela, cosa promocionada,   manipulada y puesta en práctica por la ridícula Ministra Iris Varela, quien se ha constituido como su defensora contra viento y mareas.

Por ejemplo, en Argentina existe la pena perpetua, aquí en Venezuela, un descraciado delincuente homicida tiene pena máxima de 30 años, y en los entuertos que existe en el submundo de la justicia, el sucio y malvado delincuente puede, con alguna probabilidad, quedar libre. De no ser así este irá a un recinto penitenciario con todos los derechos del mundo, y una cárcel que le dará vida de rey, si se asocia a los malos  del penal.

Todo esto, unido al sórdido mundo de la justicia: Tribunales, Fiscalías, Dirección Ejecutiva de la Magistratura, Distintos despachos del Ministerio de Justicia, como la Dirección de Traslado de los presos(que de paso no le responde los memorandums que les ofician los tribunales), Defensoría del Pueblo, Fiscalía General de la Nación, y por supuesto La Dirección de Asuntos Nacionales de la Armada Bolivariana quien tiene una "VELOTA EN ESTE ENTIERRO", lo que genera en una enorme "ARRECHERA" al seguir percibiendo que nuestra patria sigue un camino incierto y equivocado en materia de justicia.

Todo esto, unido al sórdido mundo de la justicia

Hasta el momento, no he recibido notificación alguna del tribunal 15 de juicio, a cargo de la irresponsable Dra. Yhosmar Dinorah González o de la fiscalía 146 donde laboran un conjunto de abogados. No es excusa que ese tribunal tenga un millón de casos para que no contacte a nosotros los dolientes o víctimas indirectas como nos llaman estos irresponsables.

Tenemos que dejarnos de esas "Pajas" de los derechos humanos de los delincuentes, soy del pensamiento en que "cuando un delincuente sale a la calle a cometer sus fechorías, pierde automáticamente sus derechos humanos", pero estos estúpidos idealistas de la revolución siguen con "la mariquera" de que los privados de libertad deben ser protegidos y tratados como "Ángeles", mientras que ciudadanos honestos como lo fue mi hijo Mario Luís deben estar asignados a sepulcros bajo tierra, sin pensamientos, ni acciones, mientras los consentidos de Iris, beben licor y disfrutan de la libertad que les ofrecen las cárceles venezolanas.

Creo firmemente que tanto el tribunal y la fiscalía asignadas al caso 926 del 2015 están aplicando la técnica del olvido, es decir, dejan pasar el tiempo, nada hacen, buscando ó que ocurra algo "legal" que invalide el juicio, ó que los familiares se olviden del caso en vista de las múltiples desatenciones, desinformaciones, pérdidas de tiempo, actitud grosera u hostil de los funcionarios de ambos despachos.Pero, confío en la justicia divina, para que ilumine a algún juez o jueza y pueda afirmarse lo que nuestro Libertador siempre pregonó: "LA REINA DE LAS VIRTUDES REPUBLICANAS"

Finalmente, si este escrito me va a causar problemas, que así sea, pero, no puedo dejar de decirle al mundo que en Venezuela la justicia es a favor de los poderosos y de los delincuentes, mientras los ciudadanos justos y honrados estamos a merced de esta tormenta asesina llamada JUSTICIA VENEZOLANA.

JUSTICIA PARA MARIO LUÍS

Mi bendición donde quiera que estés.

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